Recientemente participamos de un evento en el Círculo Ecuestre de Barcelona donde Andrea Ambrosini nos habló del capitalismo consciente y de cómo este movimiento puede cambiar el mundo.
Descrito en varios libros, y con web en capitalismoconsciente.es, nos ayuda a definir un plan de acción para que dejemos de gestionar empresas con el único objetivo de aumentar los beneficios.
Andrea comentó que el Capitalismo Consciente nace sobre 4 principios que guían la actividad empresarial:
– Es necesario tener un propósito superior, más allá del dinero, ya que eso generará una energía que ayudará a todos los miembros del equipo.
– Hay que tener a los grupos de interés como prioridades (clientes, empleados, vendedores, inversores, etc.), ya que grupos sanos de interés conllevan a un sistema sano de negocios.
– Líderes conscientes ven un camino e inspiran a otros a acompañarles en él. Reconocen la función integradora de cultura y tienen siempre presente la necesidad de cultivar una cultura consciente.
– Es necesario tener siempre presente la cultura consciente, los valores, principios y prácticas que deben penetrar en todos los rincones de la compañía.
Aunque las bases están perfectamente definidas, hay ciertos puntos que se comentaron durante la reunión y que vale la pena tener en cuenta:
– Las nuevas generaciones tienen el capitalismo consciente más impregnado, por lo que muchas de las nuevas startups ya aplican valores impensables en las empresas tradicionales hace pocos años.
– Los millenials buscan más calidad de vida que dinero, buscan estar motivados, tener horarios flexibles, crecer personal y profesionalmente… las empresas que no se adapten a esa realidad, perderán el talento y no conseguirán encontrarlo en el mercado.
– La productividad de una empresa puede multiplicarse si los empleados trabajan sabiendo que sus tareas tienen un propósito, un objetivo, que forma parte de un todo. El reconocimiento y la visión del flujo de trabajo es fundamental para la vida sana de un proyecto.
– Las grandes organizaciones están comenzando a aplicar esta filosofía en varios sectores, y es posible ver el efecto positivo en muy poco tiempo. Las charlas que se realizan sobre Capitalismo Consciente muestran algunos ejemplos realmente impresionantes. Uno de los casos más conocidos es el de Dan Price, que bajó su sueldo para repartirlo entre los empleados.
– Es posible hacer las cosas bien, incluso despedir a personas, ayudándoles a encontrar un camino que se adapte mejor a las habilidades de cada uno. La forma de actuar es todo, y eso genera beneficios de todo tipo, incluyendo económicos.
Personas más felices, economía más sustentable y un planeta más respetado, todo fruto de una forma de actuar que empieza, como siempre, desde nuestro círculo más próximo.