Un grupo de investigadores del MIT desarrollaron un robot, planteando un desafío en particular: que pueda desplazarse entre la multitud, respetando las normas de convivencia.
Si bien, hemos visto muchísimos experimentos y robots que se desplazan en lugares públicos, la idea del MIT va un poco más allá. No se trata simplemente de que el robot pueda moverse entre las personas sin estorbar su paso o chocarse.
Este robot puede desplazarse con seguridad en medio de la multitud, manteniendo las reglas sociales, como por ejemplo, ceder el plazo, cambiar de rumbo para no estorbar el paso, dar prioridad a los peatones en determinados contextos, etc.
Para que esta dinámica funcione tuvieron que utilizar métodos similares a las que se integra en los coches autónomos, combinando el potencial de diferentes tipos de sensores y algoritmos. Sin embargo, un detalle a tener en cuenta, es que la trayectoria de los peatones no es tan fácil de predecir, ya que puede cambiar en cuestión de segundos por cientos de causas.
Necesitaron “entrenar” al robot, con simulaciones por ordenador, probando diferentes escenarios. Mediante estos entrenamientos, el robot debía evaluar la situación y ajustar la trayectoria teniendo en cuenta los movimientos de su entorno.
Esta investigación fue financiada por Ford, y se presentarán los resultados en el IEEE.