Cuando Amazon decidió liberar la tecnología de Alexa para que cualquier fabricante pudiera integrar dicho asistente en sus dispositivos, empresas de todo el mundo se pusieron manos a la obra, y ya empiezan a aparecer resultados bastante interesantes.
Hace unos meses vimos también como la empresa Conexant anunció un kit de desarrollo para fabricantes de terceros que buscan integrar Alexa en sus dispositivos, un kit que se amplía ahora con cuatro micrófonos para el kit de desarrollo AudioSmart, para Alexa Voice Service.
Todas estas iniciativas están teniendo resultado, y podemos ver un buen ejemplo con los termostatos de ecobee, por ejemplo. El modelo ecobee4 integra el asistente de voz de Amazon para hacer algo más que controlar la temperatura. Podemos pedir al dispositivo que configure alarmas, que lea las noticias, que pida verduras por Internet… la idea no es ofrecer un aparato de casi 300 dólares que controla la temperatura de forma inteligente, el objetivo es tener un alexa que, además, hace funciones específicas a la perfección.
Ese es el ingrediente secreto de Amazon. La empresa ha agilizado el proceso que permite que cualquier hardware pueda ser inteligente y conectado, y la competencia está perdiendo la carrera. Los asistentes de Apple y de Google tienen sus pros y contras, pero el de Amazon, aunque pueda cojear en algunos aspectos, será omnipresente, y eso es algo difícil de combatir.