Con el objetivo de probar todos los instrumentos que llevará el nuevo rover marciano en 2020, la NASA ha estado todo el mes de febrero probando nuestros dispositivos de detección de vida en el desierto de Atacama, en Chile.
El objetivo es verificar si es posible perforar suelos y rocas al mismo tiempo que detecta vida, microbios de algún tipo, y para ello nada mejor que hacerlo en uno de los lugares más secos del planeta. Se ha probado el KREX-2, preparado para funcionar perfectamente bajo intensa radiación ultravioleta (algo común tanto en Marte como en el Atacama), y ha estado agujereando rocas constantemente para probar sus nuevos sistemas de detección de vida.
El equipo lleva el nombre de ARADS (Atacama Rover Astrobiology Drilling Studies), ya probado en febrero de 2016, y en este caso han probado tres novedades: un laboratorio de química portátil, un sistema de detección de Vida donado por el Centro de Astrobiología de España, capaz de buscar compuestos biológicos realizando varias pruebas bioquímicas, y una nueva herramienta capaz de aislar los aminoácidos a partir de muestras líquidas muy pequeñas.
Las pruebas se realizarán de nuevo en febrero de 2018 y 2019, por lo aún falta mucho por probar y por ajustar antes de la misión final en 2020.
Podéis leer más detalles en la nota oficial de nasa.gov