Era el segundo día de nuestra experiencia con SEAT en el MWC (en el primer día pudimos ver las novedades presentadas por la compañía en el evento), y tras una conferencia muy interesante sobre la inteligencia artificial en el futuro de la automoción, nos dirigimos al parking del Centro comercial Gran Via 2, desde donde empezaríamos el test drive experience del SEAT ATECA.
Allí, muy amablemente, la gente de SEAT nos repartió en la flota de atecas que había aparcada. Algo que llevó su tiempo, ya que eramos muchos y de nacionalidades muy distintas. Una vez repartidos todos los coches, nos dispusimos a arrancar. Salimos del parking en fila india, una bonita imagen, ya que éramos unos 8 o 9 ATECAS blancos nuevecitos.
Nada más empezar, lo primero que pensé es lo realmente suave y fácil que es conducir el ATECA. Normalmente, cuando pruebo un coche que no he conducido nunca, los primeros minutos son para acostumbrarse al tacto del coche, algo que no necesité esta vez, me sentí cómodo con el coche desde que lo encendí.
Seguí sin perder de vista la fila de ATECAS y nos dirigieron hacia la carretera del Garraf, que bordea la costa. Un auténtico gustazo con las vistas del mar.
En el rato que estuve conduciendo (ya que a mitad tuve que cambiar mi puesto con un compañero) pude juguetear con la tecnología incorporada en el coche. Me gustó muchísimo la cámara de ayuda al aparcamiento de 360º, en la pantalla ves una planta cenital del coche desde el exterior, como en un videojuego, parecía que te estaban grabando desde arriba. Me pareció realmente muy útil, porque puedes ver perfectamente y con mucha precisión qué hay alrededor de tu coche, lo cual puede ahorrarte más de un disgusto. También me parece todo un acierto el cargador de móvil inalámbrico que incorpora el SEAT Ateca, creo que es muy útil poder cargar tu teléfono en el coche sin necesidad de estar comprando adaptadores ni teniendo cables por el medio.
El coche que me tocó a mí era un 2000cc de 150cv con cambio manual de 6 velocidades, lo cual agradecí, ya que, aunque comprendo perfectamente la comodidad que supone el cambio automático, y lo avanzados y perfeccionados que están hoy en día, personalmente me sigue gustando pisar el embrague y cambiar las marchas yo solito. Los acabados interiores son de calidad, es muy agradable estar sentado al volante del ATECA.
A mitad de trayecto paramos, y cambiamos de conductor, así que me tocó sentarme detrás. La parte de detrás del ATECA es amplia y cómoda, aunque sí que es cierto que, para el tamaño que tiene el coche, esperaba un poco más de espacio, a la vuelta íbamos cinco en el coche, y yendo 3 personas detrás se queda un poco justo. Seguimos la ruta hasta un restaurante de playa en Gaví , donde aparcamos los coches y nos dispusimos a comer, todo muy agradable, charlando con la gente de SEAT que nos trató maravillosamente.