Con el objetivo de avanzar en la tecnología de impresión 3D en los hospitales, y poder, en un futuro, imprimir un hígado para un trasplante usando las células del propio paciente, la Universidad de Tecnología de Queensland está construyendo un espacio dedicado a la «biofabricación» dentro de un hospital.
El laboratorio ocupará dos plantas, y usará tecnología de fabricación de tejidos de última generación en procedimientos quirúrgicos, aunque la idea a medio plazo es poder tener las impresoras dentro de las salas de cirugía, listas para imprimir a medida que sea necesario.
Actualmente ya podemos imprimir piezas para sustituir cartílago y hueso, pero se está avanzando para que se pueda imprimir un órgano en 3D. El principal reto es mantener el resultado vivo, ya que es difícil suministrar sangre e impedir que el órgano muera, pero hay mucho esfuerzo por parte de investigadores, médicos e ingenieros para que eso sea posible dentro de relativamente poco tiempo.
Además de QUT, hay otras instalaciones en el mundo que están trabajando duro con este tema, como Wake Forest, la Universidad de Harvard y otros. De hecho ya se han conseguido hacer trasplantes de vejigas usando las propias células de los pacientes, y se ha hecho con éxito, así como implantar partes de orejas usando tejidos vivos, pero aún estamos en la prehistoria en este sector.
Podéis obtener más información, y ver algunas fotos del nuevo laboratorio, en qut.edu.au.