Es un hecho: AT&T, gigante del sector de las telecomunicaciones, y Time Warner, referente en contenidos de entretenimiento premium distribuidos a nivel global -incluyendo las producciones de Warner Bros. y HBO-, han cerrado un acuerdo en el que AT&T adquiere a Time Warner a cambio de 85.400 millones de dólares.
La enorme transacción, apenas relacionada con otra alucinante compra de AT&T como fue la adquisición de DirecTV a cambio de 48.500 millones de dólares, pretende generar un nuevo monstruo especialmente en el sector del contenido en video innovador, de alta calidad y compartido al mundo entero en múltiples plataformas, entendiéndose al video como el futuro de los móviles y a éstos últimos como el futuro del video.
El monto se pagará entre efectivo y acciones pasando a manos de AT&T la vasta librería de contenido premium de Time Warner quien también tiene un enorme séquito en su sistema de suscripción por cable norteamericana enriquecido por la distribución en TV, móviles y otros contenidos conectados a la red, a lo que pretende aportar AT&T con recursos, infraestructura y conocimientos del sector. Así lo anuncian en video los CEO de ambas compañías:
El mejor contenido y en todas las pantallas parecer ser la insignia de la unión de fuerzas, con nuevos servicios de streaming y opciones para consumir en móviles; todo esto podrá brindarle más vías de monetización a AT&T, entre publicidad y suscripciones, para seguir con su negocio que se ha visto estancado por su propio éxito, esencialmente, porque no tiene a quién más venderle.
La transacción espera ser cerrada a finales del 2017.
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