Guante robótico desarrollado para trabajar en el espacio ahora tendrá nuevos usos en la Tierra

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Imagen: © General Motors
Imagen: © General Motors

La compañí­a sueca Bioservo Technologies, especializada en tecnologí­a de exoesqueleto flexible, ha llegado a un acuerdo de licencia con General Motors para la utilización del guante RoboGlove, desarrollado durante nueve años entre General Motor y la NASA, que también dio origen a Robonaut 2, un robot con forma humana destinado a las investigaciones a bordo de la ISS desde 2011, que combinará junto con su tecnologí­a presente en SEM Glove.

Esta combinación desembocará en la disponibilidad de un nuevo dispositivo de agarre que será de aplicación en diferentes usos industriales, desde la fabricación al cuidado de la salud, entre otras.

Con ello se pretende que el nuevo dispositivo aumente la eficiencia de las personas a la hora de llevar a cabos sus tareas repetitivas al tiempo que reduce la fatiga en los músculos de las manos. Según investigaciones de General Motors, la fatiga de los músculos pueden llegar a aparecer a los pocos minutos de agarre continuo de una herramienta.

Como señala General Motors (GM) en su comunicado, RoboGlove es básicamente un guante que dispone de réplicas de nervios, tendones y músculos de la mano humana junto a una serie de sensores y actuadores para permitir reforzar el agarre de la mano de una persona reduciendo la fatiga y el estrés a la hora de realizar tareas repetitivas.

Acorde a Tomas Ward, Director General de Bioservo Technologies, al combinación de lo mejor de tres mundos: la tecnologí­a especial de la NASA, la ingenierí­a de GM y la tecnologí­a médica de Bioservo dará lugar a un nuevo guante industrial que permitirá llevar a un uso industrial de la tecnologí­a a gran escala.

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