En la ciudad rusa de Perm tenemos un caso que parece salido de una película de ciencia ficción. Un robot se escapó de un laboratorio de investigación y comenzó a «andar» por la ciudad generando un buen caos en el tráfico de los alrededores.
La empresa, Promobot, trabaja con robótica ofreciendo productos que interactúan con humanos ofreciendo soporte en eventos, productos y contenido general, nada extremadamente sofisticado. Un ingeniero de la empresa dejó la puerta abierta, y el robot no lo dudó dos veces, se escapó.
En realidad no consiguió andar mucho, menos de 50 metros, ya que la batería no colaboró con la intención de huir de las manos humanas. El robot también se llama Promobot, igual que la empresa, y tal y como se puede ver en el vídeo, tiene un tamaño suficientemente grande como para dar más de un susto.
La policía tuvo que desviar los coches mientras los responsables de la empresa empujaban al robot para que vuelva a ofrecer su magnífico y monótono trabajo en eventos de la ciudad.
La cabeza del robot gira en dos direcciones, y sus sensores tienen sistemas de reconocimiento de voz. Cuenta con una cámara 1280 í— 720 que captura, 30 fotogramas por segundo, impresión de fotografías, micrófono omnidireccional, pantalla LCD de 18,5 pulgadas de pantalla con control táctil, 2 brazos robóticos, altavoz… nada muy barato, nada que nadie pueda permitir perder bajo las ruedas de un coche…