Normalmente, cuando un anfitrión pone a disposición su casa en Airbnb para ser habitado por huéspedes de cualquier parte del mundo como parte de sus viajes, no debe generar problemas en el vecindario en el que se encuentra dicha casa.
Aún así, para aquellos casos en el que los vecinos puedan sentir cierta preocupación porque cerca de ellos haya una casa publicitada en Airbnb, esta plataforma pone desde hoy a disposición de ellos una nueva herramienta en la que puedan manifestar sus preocupaciones de manera específica, incluyendo el posible ruido que puedan generar, la suciedad que puedan provocar en zonas comunes, entre otros aspectos contemplados.
Airbnb se compromete a hacer un seguimiento de estos casos específicos, incluso con los respectivos anfitriones afectados. De entrada, los nombres de aquellos vecinos que manifiestan sus preocupaciones no se darán a conocer a los anfitriones, aunque también cabe la posibilidad de que los anfitriones puedan contactar con ellos cediendo éstos la información de contacto al equipo de Airbnb para que entre ellos puedan encontrar una solución directamente.
Cada envío generará un número de caso, el cual será enviado al propio vecino a través del correo electrónico. En definitiva, Airbnb pretende que la actividad de poner las casas para alojar huéspedes como parte de sus viajes no repercuta negativamente en el vecindario en el que se encuentran, teniéndose en cuenta que mientras esos huéspedes estén en dichas casas, también llegarán a formar parte del propio vecindario durante su estancia.