No es fácil crear tecnología para niños. El eterno debate de lo que deben hacer los más pequeños, de los dispositivos a los que deben tener acceso, del tiempo frente a una pantalla o del tipo de película que debe ver afecta directamente a las ideas de los equipos de desarrolladores, así como de los ingenieros de las marcas responsables por la creación de los «nuevos juguetes».
Mientras en una película para niños vemos como un pájaro arranca la cabeza de un pequeño animal en los primeros minutos, en otros sectores prohíben el uso de tabletas o definen que la Realidad virtual solo puede ser disfrutada después de los 12 años.. no es un tema sencillo, pero esto no impide que se dejen de crear buenas iniciativas para los niños en el mundo de la tecnología.
En el CES que ha terminado hemos visto algunos curiosos proyectos en este sentido, como el gusano con módulos programables en el cuerpo, ideal para comenzar a enseñar la lógica de programación a los pequeños; y en el mundo del software no paran de aparecer proyectos de todo tipo con el mismo objetivo: enseñar a programar (ved el ejemplo de Foo). LEGO, de hecho, sigue apostando bastante en este sentido, basta acercarse a su portal de PortalEd.
Hemos visto también relojes inteligentes para este tipo de público, ideales para permitir realizar acciones de comunicación sin la complejidad de los nuevos proyectos de apple, samsung, moto y compañía. Hace unos días vimos el de alcatel, por ejemplo, diseñado para niños entre los 5 y 9 años, y con conectividad 2G para permitir dichas llamadas y mensajes de voz, o dokiwatch, que permite las videollamadas.
Como veis, en una sola semana hemos comentado varias tecnologías para este público, pero eso no hace que el debate desaparezca, que millones de personas sigan pensando que es demasiado pronto para que tengan acceso a estas actividades. Igual que nuestros padres pensaron sobre la TV cuando eramos pequeños, igual que nuestros abuelos pensaban de la radio…
Como siempre, el punto de equilibrio se mantiene cuando los padres dan un acceso responsable a la tecnología. Eso no cambiará jamás.