La NASA está enfrascada en la preparación de su próxima misión al planeta rojo, a la que han denominado Mars 2020 Rover. Esta misión tendría el objetivo de investigar la superficie del planeta rojo con el objetivo de hallar indicios sobre posibles formas de vida anteriores, por lo que no hay duda de la importancia de la misma. Recientemente, la NASA ha ofrecido algunos detalles acerca de la instrumentación que se utilizará en esta futura misión.
Entre las novedades, destacan dos instrumentos que permitirán detectar compuestos orgánicos en el planeta rojo, así como unos sensores encargados de medir las condiciones ambientales. La NASA empleará también tecnología capaz de obtener información realmente precisa sobre la estructura geológica del planeta, aunque, a pesar de ello, lo que más destaca es un dispositivo experimental que podría ser capaz de producir oxígeno de forma autónoma. Para poder llevar a cabo esta compleja misión, se utilizará un astromóvil o rover, es decir, un vehículo espacial preparado para moverse en la superficie de otros planetas. Este contará con un diseño basado en el del empleado en la misión espacial Curiosity, y estará centrado en la realización de todo tipo de evaluaciones geológicas de la superficie, además de buscar signos de vida anterior en Marte. Además, este nuevo vehículo será también empleado para seleccionar muestras de roca con el objetivo de analizarlas en una futura misión de vuelta a nuestro planeta. Todo ello con el objetivo de ampliar los conocimientos que ya se tienen sobre este planeta.
Se calcula que todas estas nuevas implementaciones podrían llegar a tener un coste de unos 130 millones de dólares. El Jet Propulsion Laboratory, también conocido en español como «Laboratorio de Propulsión a Chorro», será el encargado de fabricar este complejo vehículo, en cuyo desarrollo se contará con la contribución de países como Francia, Noruega y España.
Imagen: NASA