Cuando hoy hablamos de construcción de marca, de imagen corporativa, lo hacemos pensando en contenido de impacto, que genere atracción e incite a la “comunidad” a las conductas empáticas, co-creadoras y positivas.
El gran cambio por el que transitamos, nos lo trae la naturaleza digital, la forma en la que hoy se define al marketing y la aceptación del hecho que hoy, la empatía, es una variable económica de primera magnitud en términos de negocios y empresas.
Avanzamos por el ciclo de maduración de la creatividad planificada, donde adaptarnos a las necesidades que nos transmite el mercado, va mucho más allá de saber utilizar las redes sociales.
Vivimos la era SoLoMo… dónde, marcas y clientes, aliados y colaboradores… personas… se comunican, acuerdan, concretan.-… se vinculan y todo ello a través de las palabras, las acciones y la tecnología.
Saber qué nos pide el mercado sigue siendo una variable indispensable para tener éxito en los negocios, aunque el gran desafío ”“ por si este no fuera suficiente- es identificarlo rápidamente y en acción simultánea con la puesta en marcha de la acción más eficiente para lograrlo. ¡La empresa es social, local y en movimiento!
Productos y servicios se modifican al ritmo de las necesidades de un consumidor cada vez más activo y conocedor de las nuevas reglas del juego en materia com8nicacional. Las empresas cada vez más toman conciencia que sólo cuando desde el núcleo se han realizado las transformaciones, sólo cuando misión, visión y valores, aceptan e integran las necesidades del consumidor como objetivo primario, es que las redes sociales nos ayudan a ser más visibles, cercanos y confiables.
Es imperativo por lo tanto aceptar, que las exigencias no sólo se centran en la exposición permanente de la empatía, la templanza y los cumplimientos, muy por el contrario y yendo mucho más allá, la clave está en aceptar que sólo cuando somos capaces de escuchar a nuestra audiencia es que obtenemos la información necesaria para dar respuestas.
Cuanto mayor sea la escucha e interacción que mantengamos con nuestras comunidades, más innovador y genuino será el producto final que entreguemos y por lo tanto, mejores resultados obtendremos en términos de confianza e influencia, lo que nos lleva directa ”“ aunque lentamente- al crecimiento.
Vivimos por lo tanto inmersos en un nuevo orden social a través del cuál las redes sociales, como estandarte de la exposición máxima, nos ayudan a entender que el dinamismo, la creatividad, la pasión y la vinculación con las marcas a las que representemos, son tan necesarios como la puesta en escena de forma inmediata y dinámica, de respuestas que generen la experiencia única de la confianza y la credibilidad.
¡Un ritmo de trabajo tan frenético, que sólo podemos aplicar consejos para hacer más eficientes los recursos disponibles, pero la “receta mágica” sólo la encontramos en hacer las cosas bien!
Pero… ¿cuáles son las 7 llaves de la “identidad corporativa” en la era SoLoMo?
1. El equipo; suma de talentos = más creatividad = respuestas más dinámicas
2. La tecnología; conocerla, sinónimo de eficiencia. Incorpora personas conocedoras de la tecnología actual.
3. Cada talento en su lugar. Dinamismo… empresa social, local y siempre en movimiento. Los equipos de trabajo también deben ser dinámicos, la clave es ubicar cada talento en el lugar dónde su eficiencia, alcanza niveles óptimos dentro del resultado final del equipo.
4. Conoce tus métricas, siempre en todo momento, mucho de dice de la parametrización de las acciones inherentes a la construcción de una marca social, pero lo cierto es que la acción, la gestión y la medición, deben ser constantes, si se quieren mantener los niveles de competitividad en alza.
5. Habla, dialoga, comparte en grupos. Cuanto más social te muestres, cuanto más activo seas, más confianza generas entre tu mercado.
6. Cuéntales qué haces. Siempre y en todo momento, lo que las empresas deben perseguir es el impacto, responsable del recuerdo y, para ello, es importante contarles qué sucede en el mundo off.
7. Suma influencias, siempre que puedas, apuesta por la suma de talentos no sólo para conformar un equipo de trabajo fijo, sino como parte de la construcción de “redes” que permite abarcar mayores desafíos.
Vive en social… en definitiva, incorporar la nueva forma de comunicarnos y sus “reglas del juego” a nuestros hábitos y costumbres, emerge como la acción indispensable para lograr un hueco en el nuevo orden social… ¡ética y accesibilidad, han dejado de ser opcionales en la búsqueda del crecimiento!
Buenas reflexiones 😀
Muchas gracias! Un saludoCarolina Velasco