En esta oportunidad, Juan Domingo habló sobre las características de la educación en este momento histórico, destacando que se ha producido un cambio social, en todas partes del mundo y eso va a implicar a la educación. Aunque sin saber a ciencia cierta si será de la educación como la conocemos ahora o si será aquello de los ”˜no lugares”™, de la educación invisible.
Va a cambiar todo y por ello hay que repensar y redefinir la educación.
Al hablar de Twitter, es tajante al señalar que obviamente ésta no es una red social, sino una herramienta de comunicación. Al tratarse de una herramienta que reúne a la gente, categoriza que lo que importa realmente es lo que la sociedad quiere, cómo quiere hacerlo. La sociedad es la que debe dictaminar lo que se ha de hacer. Desde esta óptica, los modelos educativos se tienen que redefinir, y en la deseducación podría estar la repuesta… deseducar es una forma de educar, sin embargo, para concretar lo que se ha de hacer se debe considerar que estamos en otra época y esta época tiene aún que redefinir por dónde quiere ir.
Las tecnologías de hoy son mucho más hipermedia, mucho más transmedia, lo que hace que la expansión de conocimientos y aprendizajes se transmita de una manera mucho más exponencial, viral, por lo tanto las tecnologías sí que van a condicionar las maneras de educar.
Respecto a la educación disruptiva, indica Juan Domingo Farnós que la disrupción puede ser voluntaria o no voluntaria, es decir, Ivan Illich aboga por la desescolarización, como también lo hacía Freinet. Roger Schank también aboga por lo mismo. Juan Domingo dice no abogar por una desescolarización total sino por una libertad de educación, es más, aboga por que la sociedad diga lo que quiera hacer.
¿La disrupción es innovación? Para nada! Innovar es mejorar lo que hay y disrupción quiere decir crear otra cosa. Esta sociedad es otra sociedad, y como es otra sociedad no tiene por qué seguir los pasos anteriores. Si de algunas maneras Gutenberg con los libros logró hacer otra sociedad, internet también ha logrado hacer otra sociedad. Lo que pasa es que estamos en un tiempo en el que no sabemos hacia dónde vamos.
Para Farnós, la escuela y la universidad se caracterizan por no ser disruptivas para nada, por el contrario presentan una educación formal, curricular, obligatoria, con competencias, con objetivos, todos totalmente predecibles y totalmente alejados de lo que es la sociedad, es decir, que si antes la escuela estaba alejada de la sociedad, ahora lo está más, y contrario a esto, la educación se debe basar en la libertad de las personas y de las comunidades. Incluso la palabra educación puede ser redefinida.