Conclusiones del Primer Encuentro de Inversores y Grandes Empresas en Internet

Publicado el

Desde Networking Activo nos enví­an las Conclusiones del Primer Encuentro de Inversores y Grandes Empresas en Internet que se han dado cita en Madrid, habiendo sido coorganizado por Bolsa.com.

Los temas propuestos fueron:

1. Los modelos de negocio del siglo XXI

2. ¿La seguridad jurí­dica para inversores y emprendedores en España?

3. Inversión conjunta entre fondos independientes y corporate venture capital

4. Estudio de los primeros casos de éxito, casos Tuenti, BuyVip … Y cómo afecta al mercado de la inversión en empresas tecnológicas

5. La creación de un «Fondo de Fondos Español»

6. Grandes empresas y el reto de Internet.

Os dejamos con el contenido:

1. Los modelos de negocio del siglo XXI

“HAY FINANCIACIÓN PARA PROYECTOS, LO QUE FALTAN SON LOS BUENOS PROYECTOS”

Aunque hace algunos años ya que hemos cambiado de siglo, parece que el reto de las empresas ahora mismo pasa precisamente por efectuar ese cambio en sus modelos de negocio y estructuras. Ahora mismo en Europa el 95% de las empresas estarí­an en el siglo XX todaví­a, según Rodolfo Carpintier, presidente de DAD, es el momento de dar el salto y buscar la fórmula puesto que la mayorí­a de los negocios están mal concebidos desde el inicio. La empresa del siglo XXI es una empresa que nace con vocación global desde el primer dí­a, dando un valor importante al mundo social y son negocios multiculturales. Hay que tener en cuenta -según se ha expuesto en esta primera ponencia- que los jóvenes se comunican de manera digital y entienden el concepto de la privacidad de manera diferente, cuando lleguen al ámbito laboral cambiarán también la estructura de la empresa. Emprendedores e inversores se muestran de acuerdo en la necesidad de pensar de manera global pero lo interesante es ir poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Se trata de gestionar bien las palancas de crecimiento para avanzar de manera fructí­fera en la empresa. La globalización del mundo hace complicada la estrategia del pensamiento local como primer paso para ir hacia el global. Ahora mismo por ejemplo, plantear un negocio con el idioma como barrera para la localidad hace que si utilizamos el castellano tengamos un ámbito local con millones de personas, culturas y usos horarios diferentes. Para dar un buen servicio la globalidad te sobrepasa y sin embargo sin un planteamiento global, sin esa vocación, la empresa no estarí­a en el siglo XXI.

Importante el pensamiento “glocal”. Internet permite unir comunidades de intereses con alta especialización vertical (nichos) a nivel global, esto permite generar nuevas ideas de negocio impensables hasta ahora.

La solución de estas cuestiones pasarí­a por avanzar hacia el autoservicio. Hay que crear un entorno personalizado para el cliente se sirva por si mismo, lo que al mismo tiempo ayuda a fidelizar al consumidor. En el siglo pasado la idea era qué servicio se daba al usuario, ahora se trata de crear las herramientas necesarias para que se de él mismo el servicio. Hay que dar incluso un paso más allá para poder coordinar con éxito todo el proceso, avanzar hacia el hecho de que el soporte y las dudas las solucionen los propios clientes a otros clientes. Se migra el soporte y la ayuda técnica al cliente, es él mismo quien da respuesta a sus semejantes.

Estamos llegando a punto en el que el envoltorio digital vale más que el bien fí­sico en sí­, estamos dispuestos a pagar por un servicio completo a través de la red pero no por el objeto fí­sico. Hay que tener en cuenta que el debate, según los expertos, no está en el “sí­ o no” sino en el “cuándo”. Así­ mismo se abre todo un mundo de posibilidades puesto que el 90% de los negocios que vemos en la red es una reinvención, pocas ideas originales en sí­ mismas lo que deja todo un mundo a la innovación.

Otra de las caracterí­sticas de la empresa del siglo XXI es que el talento pasa a ser aún más importante si cabe que antes. En el siglo XX el capital era lo primordial y lo fundamental, en este nuevo siglo no tanto. Evidentemente es necesario pero el talento adquiere una dimensión que antes no tení­a. Así­ mismo tendemos hacia la eliminación de la “empresa ejército” en la que el personal tiene órdenes directas de lo que ha de hacer y cómo ha de hacerlo, ahora en una organización de mayor libertad se pretende exprimir el talento y las ideas de quienes conforman el proyecto.

Internet ha posibilitado que los verdaderos talentos se comuniquen y se organicen en la red, aunque uno trabaje de contable si su talento es tocar la guitarra, puede contactar e intercambiar información con personas con su misma pasión a través de internet. Además estarán dispuestos a trabajar en su afición por menos dinero o incluso gratis. Vamos a un mundo hipercompetitivo. El siglo XXI es un siglo difí­cil para las empresas, es complicado y hay que reinventarse para adaptarse a los nuevos tiempos. Uno de los ejemplos más claros es el de la industria discográfica, ha sido tradicionalmente una máquina de ganar dinero y ahora todo ha cambiado, en el debate se ha hecho referencia en esta lí­nea también para la industria de los medios de comunicación. Puede ser que el concepto de industria en si misma esté desapareciendo o transformándose, la seguridad se ha terminado para siempre y habrá que ganársela cada dí­a. De hecho en ciudades como Nueva York ya se está viendo que los más jóvenes no tienen miedo y trabajan para sí­ mismos o para pequeños colectivos que interactúan por internet.

Todos estos cambios aunque entrañan dificultades son también un momento de limpieza, de oportunidad. Vivimos un punto de inflexión para encarar el siglo XXI. Pierde valor la propiedad en virtud del servicio, tiene mayor valí­a el talento, la globalidad está encima de la mesa desde el primer momento. Avanzamos hacia la optimización de la industria en la que tiende a desaparecer lo intermediario, lo que no aporta valor añadido. Cada vez más el producto tiene un envoltorio digital que adquiere valor añadido y cambia el proceso, el envoltorio puede llegar a valer más que la parte fí­sica que tendrá menos valor relativo que la parte final del producto. Por ejemplo, si alguien vende vasos a 0,50 céntimos y la competencia los regala aparentemente no es comprensible, sin embargo puede ser. Si quien los regala pide a cambio una información familiar al cliente y por esa información otra empresa le paga cinco euros, sin duda tiene un buen negocio. En conclusión, es momento de saltar ya al siglo XXI que llevamos unos años ya en él.

2. ¿La seguridad jurí­dica para inversores y emprendedores en España?

“GRANDES AUSENTES EN EL EMPRENDIMIENTO ESPAí‘OL: LA CREDIBILIDAD DEL MERCADO, CULTURA DEL RIESGO”

El segundo tema que se ha tratado entre los asistentes al evento ha sido la seguridad jurí­dica en nuestro paí­s como punto a tener en cuenta a la hora de atraer inversores extranjeros. Es curioso que tanto entre emprendedores como entre inversores la primera consideración al respecto se ha desviado hacia la marca “España”. Tenemos un handicap añadido y es el “riesgo paí­s” al formar parte de los denominados PIGS o economí­as periféricas. Es cierto que como España pertenece a la Unión Europea, en principio no se pone en cuestión la seguridad jurí­dica pero tenemos una justicia lenta, además esa posición relevante que nos da el hecho de pertenecer a la Unión se está destruyendo por los problemas de la macroeconomí­a española que resta credibilidad al paí­s como tal. Tenemos también ejemplos regulatorios como el de las energí­as renovables que han dañado la imagen de España, lo que unido a la pérdida de credibilidad por el débil entorno económico, hace que la imagen que damos como paí­s en el ámbito de la seguridad jurí­dica no sea todo lo buena que deberí­a ser. El ámbito de las energéticas está en el punto de mira, en general se estudia más el equipo de personas que gestionan un proyecto que el marco jurí­dico en el que se desenvuelve pero resta credibilidad el hecho de que se apoye un sector, el fotovoltaico en el BOE y después a los dos dí­as ese mismo BOE quite esas primas. La imagen de España está dañada e incluso parece que para los inversores extranjeros asusta más que el riesgo que entrañan los planes de negocio en sí­ mismos. Hay miedo a que la situación económica impida que los emprendedores cumplan con su hoja de ruta. Por otra parte serí­a bueno diferenciar en el ámbito de la inversión el sector de los Business Angel y los Gestores de fondos de fondo. Estos últimos tienen una visión más básica de las lí­neas de negocio a emprender, cuentan con una imagen tal vez menos detallada y por lo tanto la parte macroeconómica del paí­s, su credibilidad o la falta de ella les afecta aún más.

Es cierto que los expertos e inversores también en España -no hay que olvidarlo- no sienten ninguna inseguridad jurí­dica exceptuando el sector de las renovables, la justicia es un poco lenta pero relativamente segura. Uno de los problemas que se plantean inversores y emprendedores es la vinculación que tiene legalmente un inversor cuando entra en un proyecto, si llega a formar parte del consejo de administración por ejemplo incrementa el riesgo. Parece que la ley concursal está hecha para que no intentes solventar tus problemas y continuar con el negocio porque si lo intentas ya como administrador puedes acabar con la responsabilidad en tu tejado a la hora de hacer frente a acreedores.

Los participantes en este encuentro apuntan que el proceso de entrar en un concurso de acreedores es farragoso y finalmente te puedes ver penalizado. Si miramos a EEUU el planteamiento es diferente, si uno fracasa en su emprendimiento allí­ la experiencia se considera como un paso más hacia el éxito. Está claro que tanto el emprendedor como el inversor asume un riesgo pero eso no deberí­a implicar una pérdida demoledora en caso de que no saliera bien el negocio, el sistema deberí­a recoger riesgos evidentemente pero no como en España que el precio que se paga es abrumador. En este sentido y avanzando en la reflexión se llega a un cierto nivel de contradicción puesto que por otra parte, si me deben dinero y la empresa quiebra ¿qué hago? Ya no recuperaré ese dinero…. Es complicado compaginar ambas lí­neas pero si en algo están de acuerdo los asistentes al encuentro es en que equivocarse no debe lastrar el intento de emprendimiento para el resto de la vida. Según parece podrí­a ahondarse en la división de poderes, esto es respetar dentro de las empresas que quien sea inversor no sea gestor ni tampoco administrador, cada cual en su parcela.

En los últimos años hemos oí­do la necesidad de diversificar geográficamente los negocios para poder equilibrar cuentas y hacer frente a la crisis. En este sentido hay que tener en cuenta las diferencias culturales de los paí­ses porque es bonito salir a otro paí­s pero la experiencia de quienes emprenden negocios es clara. Serí­a aconsejable mantener un dominio de al menos el 60% de la sociedad porque de lo contrario si fracasa, no tienes la potestad para ejercer tu nivel de gestión. Es un error enviar grupos del paí­s de origen a intentar resolver problemas de temática cultural o educacional, finalmente todo se complica aún más. Es diferente la postura de quienes llegan a nuestro paí­s a invertir, por ejemplo reflexionemos un momento sobre las costas españolas, viven en ellas un buen número de extranjeros pero muy pocos vienen a crear negocios, llegan a España a vivir después de su jubilación.

3. Inversión conjunta entre fondos independientes y corporate venture capital:

“EMPRESAS Y SUS INVERSIONES: INNOVACION VERSUS BENEFICIO”

La tercera ponencia que ha dado paso al debate entre los asistentes ha tenido que ver con las inversiones que realizan grandes empresas en negocios que comienzan en internet, en start-ups ligadas a la tecnologí­a que tienen un importante potencial de crecimiento. Existen diversos ejemplos de grandes empresas que se fijan en start-ups y vinculan su camino a éstas, generalmente buscando no un incremento de beneficios, al menos no en un primer lugar, sino como una manera de ahondar en la innovación, un modo de diferenciarse de la competencia y una apuesta por lo nuevo y la investigación con un equipo de trabajo diferente al núcleo duro que dirige la gran empresa. El problema de estas compañí­as o uno de ellos son las personas que las manejan, los equipos de trabajo en sí­ mismos porque o son muy bueno o son muy malos. Es difí­cil mantener un equipo a un buen nivel de trabajo en innovación en la lí­nea de negocio porque si realmente son muy buenos, la feroz competencia intenta llevárselos. Igualmente puede ocurrir que se confunda inversión estratégica con inversión financiera, porque el hecho de que una gran empresa fije su mirada en una start-up evidentemente busca la obtención de un beneficio que no tiene por qué ser numérico exclusivamente.

Cuando un emprendedor inicia su aventura tiene una esencia que le empuja en el camino y es peligroso que la pierda, es perjudicial para él y para el propio inversor que éste se convierta en un caní­bal hambriento únicamente de rentabilidad. Es evidente que un inversor quiere ganar dinero pero en la medida de lo posible no ha de condicionar la esencia del emprendedor, todo ello queda por tanto supeditado a la elaboración de un plan de negocio que ha de ser estudiado y aprobado con sus pros y contras por ambas partes. Un buen gestor no busca recursos a corto plazo, entenderá que la recogida es siempre posterior a la siembra. De hecho las grandes empresas que apuestan por la inversión en lí­neas de negocio más modestas no lo hacen en un primer momento con la obsesión de obtener un beneficio en su cuenta de resultados sino con el objetivo de obtener un beneficio, sí­, pero que puede llegar por otras ví­as. Y por supuesto que para acertar una vez hay que fallar otras muchas, fí­jense por ejemplo en el caso de Telefónica, comentado en el encuentro: tuvo la oportunidad de quedarse con Tuenti cuando ésta aún no habí­a generado una plusvalí­a extraordinaria, corrí­a el año 2007. La negativa de la operadora hizo que después pagara bastante más por ella al decidir que sí­, que sí­ le parecí­a un negocio rentable. Por supuesto que de esos errores y de un cierto aire de prepotencia del que pueden llegar a pecar las grandes compañí­as, también se aprende.

4. Estudio de los primeros casos de éxito, casos Tuenti, BuyVip … Y cómo afecta al mercado de la inversión en empresas tecnológicas

“RADIOGRAFIA DEL EMPRENDIMIENTO ESPAí‘OL: CASOS DE EXITO Y TALONES DE AQUILES”.

Mirar a quien ha conseguido triunfar con su negocio en internet…. Estudiar los casos de éxito es una de las formas para aprender, y quedó patente en el primer encuentro entre inversores y emprendedores en la red. Parece que la idiosincrasia del carácter español hace que en ocasiones no colaboremos todo lo necesario para sacar adelante nuestros negocios, se dan muy pocos procesos de fusión y es que hay empresas que prefieren cerrar o cambiar de actividad antes de fusionarse con la competencia. En el entorno anglosajón es muy común que los competidores hablen y se reúnan entre sí­ para conocerse, en cambio en España es muy difí­cil que se den estas situaciones. Hay que desacralizar esos encuentros, el intercambio de información crea valor y el fusionarse y crecer puede ser una de las maneras de hacer frente en positivo a la crisis.

“Si quieres la paz, prepara la guerra”, dice el proverbio. En cierto modo también en el emprendimiento ha de ser así­, para conseguir el éxito hay que equivocarse muchas veces antes. Para que haya mayores casos de éxito ha de haber también fracasos importantes, y ahora mismo falta atrevimiento, falta ser más arriesgado. Hay que asumir que la probabilidad de fracasar forma parte del juego. Se requiere un cambio de mentalidad por parte de los inversores y un cambio de actitud en los emprendedores a la hora de mover su ambición en el sentido positivo. Una ambición sana empujará al emprendedor a buscar la financiación allí­ donde esté, fuera de nuestro paí­s incluso. Hay que tener esa amplitud de miras global porque tenemos un mercado pequeño, el europeo son muchos pequeños mercados pero no uno global y eso nos obliga a internacionalizarnos o a copiar modelos ya existentes y reproducirlos aquí­.

Parece que la obtención de financiación no excesivamente complicada – tampoco se trata de un camino de rosas- para la primera vuelta, lo difí­cil es conseguir el dinero en una segunda o tercera vuelta. Ahí­ no hay inversión para empujar más los proyectos y es que por ejemplo, en otros paí­ses son los media players quienes se lanzan a la compra de medianos negocios que requieren de nuevas inyecciones de liquidez para seguir creciendo. En nuestro paí­s es imposible puesto que los medios de comunicación están sufriendo de lo lindo el envite de la crisis e incluso algunos son ya cadáveres. Tampoco ha funcionado con demasiada fuerza el mercado secundario, en paí­ses como Reino Unido ha sido una ví­a para obtener liquidez y seguir adelante con el negocio, sin embargo en España el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) no está teniendo todo el movimiento que serí­a deseable para empujar realmente a las medianas empresas hacia el crecimiento.

5. La creación de un «Fondo de Fondos Español»

En este hilo de la financiación, inversores y emprendedores debatieron sobre la creación de un fondo de fondos. ¿Realmente no hay un proyecto en el que puedan ponerse de acuerdo varios inversores, apostar por él y hacer de él un proyecto de bandera español? Eso serí­a una manera de retroalimentar incluso al propio paí­s: difusión en medios de comunicación, España como un referente en el negocio que se esté empujando, atracción para posibles nuevos inversores… El emprendedor, el que realmente genera una idea brillante ha de gastar energí­a y fuerza en el tema burocrático, en la presentación y en la búsqueda de inversión para arrancar la actividad. ¿Se podrí­a crear un sello de calidad que garantizara a un posible inversor al menos una parte de la iniciativa? Tras un examen multidisciplinar se tendrí­a la primera parte del camino cubierta en menos tiempo, aunque por otra parte podrí­a ser algo contraproducente porque serí­a costoso económica y temporalmente hacer una criba de ideas que no son tales sino puras especulaciones. Podrí­a incluso darse una inflación de proyectos. Sin embargo si se ahondó en la necesidad de unir fuerzas, de estudiar a la competencia, y de comunicarse entre los propios inversores. Es necesario apostar en segundas vueltas por los emprendedores que realmente están haciendo bien su trabajo y asumir más riesgo porque claro, si un inversor no ha entrado en una primera vuelta no está dispuesto a pagar la plusvalí­a que ha generado la empresa de cara a esa segunda inyección de liquidez. No se trata de llegar a un acuerdo global entre inversores porque el mercado hace su labor y sobreviven los más fuertes, pero se pude trabajar en aras de crear esa fortaleza, de generar sinergias, máxime cuando quienes mueven y generan el 80% de los beneficios en internet son capaces de reunirse en este encuentro y debatir añadiendo valor a las opiniones.

6. Grandes empresas y el reto de Internet.

No son únicamente las start ups las que tienen dificultades para hacer frente a la situación, las grandes empresas se enfrentan al reto de subirse al tren de internet. La red es el presente no el futuro y lí­neas de negocio como los medios de comunicación están teniendo dificultades para encontrar su camino. Ha habido diferentes maneras de enfrentarse a los nuevos retos, primero crear negocios digitales separados del negocio tradicional, después se ha intentado integrar ambas lí­neas de manera transversal lo que ha generado una duplicidad de mandos difí­cil de gestionar. Finalmente la estrategia en la que están ahora inmersos los grandes medios de comunicación es la integración vertical aunque aquí­ surge el riesgo de vivir una fuga de talentos, los mejores en ocasiones acaban derivando hacia negocios de lí­nea puramente digital.

El mundo de los anuncios clasificados ha sido uno de los ejemplos de cómo afrontar el cambio, medios que en el soporte papel han generado importantes beneficios con este tipo de anuncios ya han perdido su tren. No han sabido gestionar bien el cambio y el salto ha sido erróneo. Es como el trapecista cuando tiene que cambiar de trapecio, necesita conocer el momento justo para soltar un trapecio y coger el otro porque de lo contrario se caerá. De hecho históricamente hay muy pocas empresas que hayan sido capaces de sobrevivir a un cambio tecnológico tan espectacular como el que estamos viviendo. Tampoco está ayudando mucho la actitud que mantienen algunos grandes grupos de comunicación, éxitos pasados no aseguran éxitos futuros y una empresa no puede organizar su estrategia de negocio en base únicamente a su potencial como marca. Tal vez sobrevuele un cierto aire de soberbia en este sentido porque las empresas grandes no son capaces estadí­sticamente de generar innovación desde dentro. Es muy difí­cil puesto que normalmente se crea en un departamento diferenciado y después existe el problema de cómo integrarlo en la gran máquina. Se puede generar valor y novedad desde dentro pero siempre y cuando se parta de un todo, no en un camino paralelo y habrí­a que estudiar los casos por ejemplo de IBM o Coca-Cola que son capaces de reinventarse desde dentro y hacerlo de manera global. Hay grandes empresas como Google que han dejado de innovar y han cambiado de estrategia, ahora innovan únicamente a través de la compra: veo algo que me parece buen negocio y lo compro. Y, sin embargo,hay empresas muy grandes que tienen una importante trayectoria innovadora: Apple.

En definitiva en este primer encuentro entre inversores y emprendedores queda claro que el esfuerzo ha de ir en la lí­nea del trabajo, de la ambición bien entendida, de los proyectos realmente innovadores. A partir de ahí­ y si el proyecto es bueno, la financiación se encuentra. Hay que ser valiente, perder el miedo al riesgo y tener en cuenta que el mayor fracaso es no intentarlo.

Fondos, Incubadoras, Emprendedores y Expertos Asistentes al I Encuentro de Inversores y Grandes Empresas en Internet: Everis, Adara, Axon Capital, INVEST IN SPAIN-Ministerio de Economí­a, IdeaUp, Hispaweb, Serenity Markets, Emprende Capital, Addoor, Vodafone, Networking Activo, Mola, Inveready, Gonzalo Carriazo (Gestor privado), Loogic, Yaysi, Bolsa.com, Julián San Martí­n, Alianzo, José Luis Vélez, Catalana Iniciatives, Movistar, Weblogs SL, Cabiedes & Partners SCR, CvBan, Vitamina K, BBVA, DaD, ITnet, Inspirit, Vocento y Caixa Capital Risc.

Patrocinadores: Hispaweb y Vodafone

Comparte en: