Mientras los coches responsables por capturar el mundo en Google Street View recorren las calles de miles de ciudades con sus clicks automáticos, algunos artistas se dedican a analizar dichas capturas en busca de obras de arte.
Dicen que si un mono estuviera tecleando durante el tiempo suficiente de forma aleatoria, acabaría por escribir cualquier libro, es cuestión de estadística. Esa filosofía puede aplicarse a las imágenes capturadas por los coches: entre las miles y millones de fotos, alguna tiene que ser genial, y eso es lo que demuestra Aaron Hobson en su sitio web.
Podéis ver algunos ejemplos en aaronhobson.com, espectaculares imágenes dignas del mejor ojo y de la mejor máquina, en el momento y lugar adecuado.
Aquí tenéis un ejemplo:
Link: aaronhobson.com | Vía TNW