Los niños que lidian con varias enfermedades crónicas no solo enfrentan retos físicos complejos. También soportan una carga emocional profunda que muchas veces pasa desapercibida en el sistema de salud. Un reciente estudio liderado por la Universidad de Plymouth ha analizado las publicaciones en redes sociales de casi 400 pacientes pediátricos y sus cuidadores, revelando un panorama preocupante: la mayoría expresa tristeza, miedo y frustración, especialmente durante la pandemia de COVID-19.