A medida que la tecnología sigue avanzando, las limitaciones de los ordenadores electrónicos convencionales son cada vez más evidentes, especialmente cuando se trata de abordar problemas computacionalmente complejos. Los problemas NP-completos, que crecen exponencialmente a medida que aumenta su tamaño, representan algunos de los mayores desafíos en el campo de la informática. Estos problemas no son solo ejercicios teóricos; tienen aplicaciones prácticas que abarcan áreas como la biomedicina, el transporte y la fabricación. Para superarlos, los investigadores han comenzado a explorar alternativas a los métodos de computación tradicionales, y la computación óptica ha surgido como una solución prometedora.
