YouTube, al igual que muchas empresas de Internet, continúa con parte importante de sus equipos de trabajo ejerciendo sus labores remotamente, con una dotación reducida y el apoyo de recursos complementarios.
Bajo este mecanismo, en su más reciente cuenta pública, la popular plataforma comentó que entre abril y junio eliminó 11,4 millones de vídeos que infringían sus reglas. Entre esos, un 90% fue marcado por acción de un sistema automatizado de control.