La NASA ha publicado el ví­deo de las pruebas realizas con el LDSD, una especie de platillo volante

Durante el pasado mes de junio os hablamos acerca de las pruebas que la NASA estaba llevando a cabo en Hawaii con el objetivo de comprobar el funcionamiento de una especie de platillo volante con el que en un futuro pretenden llegar a Marte.

Tal y como comentaba en su momento uno de los ingenieros encargados del proyecto LDSD, debido a las impresionantes dimensiones de la cápsula fue imposible probar su funcionamiento en los túneles de viento donde se suelen realizar este tipo de comprobaciones, motivo por el cual tuvieron que hacerlo en las costas de Hawaii. Durante esta primera prueba se logró que el platillo volante -con el que algún dí­a se espera poder enviar suministros al planeta rojo- se elevase hasta a una altura de 36 kilómetros gracias a un globo de helio, para posteriormente continuar ascendiendo hasta los 54 kilómetros ayudándose de un propulsor. Una vez se comprobó que todo funcionaba como estaba previsto, el LDSD comenzó su camino de vuelta, aunque por desgracia, durante el descenso se produjo un fallo, ya que el paracaí­das con el que se pretendí­a frenar la velocidad de la cápsula no logró abrirse del todo y el golpe fue algo más fuerte de lo esperado.

Ahora, la NASA ha publicado un impresionante ví­deo del trayecto grabado desde el LDSD en el que podemos ver todo el recorrido, desde el momento en el que se eleva y comienza a coger altura alejándose de la Tierra hasta que empieza a descender. Os dejamos con el ví­deo:

La NASA prueba una especie de platillo volante con el que pretende llegar a Marte

Durante este fin de semana, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio se ha encargado de probar en el océano pací­fico una especie de nave espacial con la que en un futuro pretenden poder aterrizar en Marte. Tal y como ha explicado Mike Meacham, ingeniero encargado del proyecto, debido a las dimensiones de la cápsula no es posible realizar las rutinarias pruebas de funcionamiento en los túneles de viento especí­ficamente habilitados para ello. Por ello, debido a la necesidad de probar este artilugio en la Tierra antes de ser lanzado al espacio, se llevaron a cabo las pruebas en las costas de Hawaii.

El proyecto, que recibe el nombre de LDSD (Low Density Supersonic Decelerator), es una especie de cápsula que imita la forma de los tí­picos platillos volantes de las pelí­culas de ciencia ficción, gracias al cual se espera poder enviar suministros o incluso personas al planeta rojo en un futuro próximo. Durante las pruebas realizas, el LDSD consiguió elevarse hasta una altura aproximada de 36 kilómetros sobre la superficie terrestre, gracias a un globo de helio. Posteriormente, una vez situado a la altura adecuada, continuó elevándose gracias a su propulsor hasta llegar a una altura de unos 54 kilómetros. Una vez comprobado que funcionaba correctamente, el LDSD comenzó a descender. Cuando su velocidad se redujo lo suficiente gracias a su sistema de desaceleración, se abrió un enorme paracaí­das de 36 metros de diámetro (similar a un estadio de fútbol), con el fin de conseguir reducir la velocidad para aterrizar sin problemas. A pesar de ello, las pruebas no se desarrollaron como estaba previsto, ya que el paracaí­das no llegó a abrirse del todo, por lo que el golpe al llegar al océano fue algo más fuerte de lo esperado.

Aún así­, los cientí­ficos están bastante animados con el progreso y comentan que esto les ayudará a aprender qué es lo que ha fallado y cómo deberí­a solucionarse, con el fin de que a la hora de enviar el LDSD a Marte, todo esté controlado y no haya imprevistos. Por ahora, tienen dos pruebas más planeadas.