Un editor de texto que completa funciones enteras, un chatbot que refactoriza clases en segundos, un asistente que escribe pruebas más rápido de lo que uno alcanza a teclear “npm run test”. La promesa de la inteligencia artificial generativa parece irresistible; sin embargo, cuanto más código produce, menos preguntas formula el programador que la usa. Y cuando las preguntas desaparecen, también lo hace la comprensión. Este artículo explora por qué confiar ciegamente en GenAI puede estancar el crecimiento profesional, cómo evitarlo y qué prácticas fomentan un aprendizaje activo que perdure.
Continúa leyendo «¿Está GenAI apagando la curiosidad de los desarrolladores?»