El desarrollo de software está experimentando una transformación acelerada impulsada por la integración de herramientas de inteligencia artificial (IA). Desde principios de 2022, se han invertido aproximadamente mil millones de dólares en soluciones de código basadas en IA, marcando un punto de inflexión que está redefiniendo no solo el ciclo de vida del desarrollo de software, sino también cómo entendemos el rol del programador. Este cambio no solo automatiza tareas cotidianas, sino que también plantea nuevas oportunidades y desafíos que exigen una adaptación profunda en nuestras prácticas y enfoques educativos.