No es fácil hacer diagnósticos definitivos en el mundo de la oftalmología. En mi caso, por ejemplo, me dijeron que tenía glaucoma hace unos tres años, y un año después, me dijeron que era una falsa alarma, que no era cierto (después de un año poniéndome gotas a diario).
Las máquinas pueden medir mal por algún problema técnico y el ser humano puede interpretar mal ciertos datos, por lo que siempre se recibe con los brazos abiertos la ayuda que pueda ofrecer la ciencia y la tecnología en este sector. Continúa leyendo «Una lente de contacto que detecta problemas en el ojo»