Que interesante sería poder influir en los comportamientos de las personas, sin que se sientan influidas. Que hagan aquellas acciones que más interesan, pero porque quieran hacerlas.
Las tecnologías persuasivas nos pueden ayudar. Cosas como generar la necesidad de comprar algo o desear los productos de una marca, o tan dispares como potenciar unos hábitos de vida saludables, o crear una conciencia de cuidado del medio ambiente, son posibles mediante ellas.
En el ámbito del márketing esto no es algo nuevo, huelga decir que las empresas las usan ampliamente, Sadiel es un ejemplo de ello. Se lleva utilizando desde hace muchos años. Es lo habitual en cualquier estrategia publicitaria. Quizá uno de los mejores ejemplos, conocido por todos, son los puntos de fidelización, donde a medida que se utilizan los productos y servicios de una marca, los usuarios acumulan puntos canjeables: compañías aéreas, telefonía, bancos, gasolineras, y hasta el supermercado de la esquina, tienen implementada una estrategia persuasiva basada en puntos de fidelización. Continúa leyendo «Tecnologías persuasivas. Sadiel más allá del marketing.»