Sí… es cierto que la revolución tecnológica ha abierto la caja de Pandora en relación a la desaparición de la privacidad… es una realidad no podemos negarnos. En el mundo actual, cualquier persona ligeramente experimentada, tiene acceso a todos los datos personales, sociales, médicos, laborales, financieros, económicos, familiares y de toda índole, únicamente a golpe de clic.
Esta situación es aterradora para muchas personas que siguen defendiendo a ultranza su rechazo hacia Facebook, como parte del desarrollo de la civilización.
Ahora bien… ¿no es igual de cierto que la impunidad y la especulación ”“ además claro está- de la connivencia con la que actuaron aquellos que se suponían tenían como razón de su existencia la protección de las sociedades, ha derivado en una falta total de cobijo social?… ¿no es una realidad que la exclusión social provocada por la crisis actual puede ser considerada muy similar a los distintos controladores demográficos donde, los más perjudicados, fueron objetos de la vulneración de sus derechos de la mano de quienes los promulgaron?
Es más que necesario dejar atrás la demagogia tan prolífera en el marco político, social y empresarial y ser honestos de una vez por todas.
En el momento actual tenemos muy pocas opciones, la vieja economía agoniza dejando atrás un reguero de efectos colaterales ”“ aún sin dimensionar en su totalidad- mientras que la eclosión de las redes sociales y, tal y como se desarrollan los hechos, Facebook por antonomasia, abre las puertas a un nuevo ciclo, un ciclo que exige seres humanos más desarrollados y eficientes, más comprometidos y perseverantes y más metafísicos y focalizados.
A cambio de ello, la red social abre un mundo ilimitado de nuevas opciones, nuevos caminos y nuevas formas de lograr libertades; la libertad de elegir.
Es más que evidente que es un camino complejo, que requiere de esfuerzos permanentes por desarrollar un surco neuronal que el modelo antiguo se encargó de atrofiar.
Se abre el debate sobre la apertura de las redes sociales a las empresas, esto es… ¿las empresas deben permitir a sus empleados utilizar las redes sociales en su horario laboral?…
Complejo escenario esta convivencia de los dos mundos para algunas reflexiones… si a cualquiera de los microemprendedores que llevan a cabo su actividad laboral diariamente desde la intimidad de sus hogares, les tuvieran que explicar por qué los recursos únicamente llegarán de la mano de su productividad… seguramente no sería el emprendimiento la primera elección de las personas en un ciclo donde las tasas de desempleo se han transformado en una de las pandemias más virulentas del siglo.
Pero mientras que las empresas que operan bajo el esquema tradicional, sigan preocupadas por tres aspectos fundamentales;
– Falta de recursos provocada por la crisis
– Ausencia de relación entre empleado y producción
– Temor a la reputación
La medición real de la productividad no será la primera variable de interés para las empresas.
La tecnología ha llegado para modificar vidas, son herramientas y como todas, tienen la capacidad para hacernos más o menos productivos, sin embargo y perdón por la insistencia; son herramientas, somos nosotros quienes determinamos el grado de productividad que las redes sociales aportan a nuestras vidas.
Como siempre y aplicando de nuevo al regla del sentido común, es esencial tomar conciencia que uno de los requerimientos que el nuevo modelo, un modelo social, un modelo que llegó para quedarse, establece es la apuesta por la calidad, la eficiencia, el compromiso y el sentido común.
Utilizar y permitir el uso de las redes sociales en detrimento de la calidad, de las productividad, es un perjuicio para uno mismo que se paga caro en el mundo social, la ausencia de reputación si es uno de los filtros más exigentes con que podamos encontrarnos, el modelo es intransigente es este punto.
Sin reputación no se tienen opciones, hecha la “limpieza”, llega el momento de transformar nuestra mente en mentes emprendedoras, se actual sea el marco en el que se interactúe; la apertura de las redes sociales a las oficinas, para aquellas marcas que estén dispuestas a dar el saldo y evitar la extinción, debe ser analizada desde el punto de partida de empleados igual de comprometidos, que con su interacción se pueden consolidar como los grandes nuevos líderes de opinión de la marca, logrando tejer entramados sociales que puedan finalmente, fortalecer la reputación y engordar el saco de las cifras de negocios.
Artículo escrito por Carolina Velasco, desde SHOUT! para WWWhatsnew.com
Estamos de acuerdo en que las redes sociales son interesantes, pero no son la panacea. El SEO sigue siendo, con datos en la mano, más útil para captar clientes que las redes sociales. Ahora bien, éstas son tremendamente útiles para fidelizar y dar soporte a clientes, para mantener relaciones, al fin y al cabo.De todas formas, no acabo de encontrarle enfoque al artículo, aparte de que convendría una mayor revisión de estilo porque hay frases que, directamente, y sintiendo decirlo, no se entienden.Saludos.
El problema no es el invento, es el uso, o el mal uso. Un problema endémico del ser humano.Si usas Facebooks y Twitters para beneficio de tu empresa, pues muy bien. Si lo usas durante toda la jornada de trabajo para ver que hacen tus amigos o tus enemigos y no das golpe, mal.Además si haces un uso abusivo y te pasas el día pegado al mundo virtual, dejas de lado y acabas perdiendo tu red social real, tu entorno. Para mí, mucho más interesante.Es como la energía atómica. Ahora parece que ni usándola bien, hay quien la domine.Lo mismo está pasando con las redes sociales, se descontrolan.O aun peor, la teoría de la conspiración: unos pocos con mucho poder las manejan para alienarnos todavía más.
Después de leer esto, ya me encuentro más metafísico y focalizado.
El gran error de las empresas más que prohibir es crear la cultura de lograr las metas pautadas (lo cual es más productivo) sin pretender marcar horarios y prohibir cosas, al empleador lo que le debe importar son los resultados y no estar controlando el horario de llegada o lo que hace su trabajador con el tiempo libre… por eso empresas tan grandes como Google ofrecen «calidad de vida» a sus trabajadores sin importar horarios, lo que le importa son los resultados…
Estoy totalmente de acuerdo con Eduardo Martos y Verbo que mata: El gran potencial de las Redes Sociales para las empresas se encuentra, más en la fidelización que en la captación de nuevos clientes, y lo que realmente nos hemos de plantear no es si está bien o mal el uso de redes sociales en el trabajo, sino, cual es el uso correcto de las redes sociales en el trabajo.
Lo que venís a decir JairoB y Sadra K. va muy en la línea del Manifiesto Cluetrain. En nuestra empresa, las redes sociales están totalmente integradas en los procedimientos de trabajo. De hecho, son consideradas herramientas de productividad en muchos sentidos (canales de información y promoción, espacios de conversación y fidelización, y aunque no termina de cuajar, canales comerciales).