La tecnología y la medicina a menudo parecen converger en un punto mágico donde lo imposible se vuelve realidad. Uno de los últimos ejemplos de esta tendencia es Neuralink, la empresa de Elon Musk que se dedica a crear interfaces cerebro-computadora. Recientemente, Neuralink recibió la designación de “dispositivo innovador” por parte de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.), lo que ha causado un revuelo considerable. Pero antes de emocionarnos demasiado, hay que dejar algo claro: esto no significa que Neuralink haya encontrado la cura para la ceguera.
¿Qué significa la aprobación de la FDA?
Cuando escuchamos que un dispositivo ha sido aprobado por la FDA, lo primero que viene a la mente es que ya está listo para el público. Sin embargo, la aprobación que Neuralink ha recibido no es exactamente eso. Se trata de una aprobación en el marco del programa de dispositivos innovadores, que permite a los desarrolladores de tecnologías médicas recibir un proceso de revisión más ágil y tener acceso prioritario a los expertos de la FDA durante la fase de premercado. Este programa ha beneficiado a casi 1,000 dispositivos desde su creación en 2015, y el de Neuralink es solo uno más en la lista de tecnologías en desarrollo.
Ahora bien, esto no significa que el dispositivo de Neuralink esté listo para devolver la vista a personas ciegas. Aunque Musk no ha perdido tiempo en prometer que su dispositivo permitirá ver incluso a aquellos que han perdido ambos ojos o el nervio óptico, la realidad es que estamos lejos de eso.
¿Qué es Blindsight?
El dispositivo más reciente de Neuralink se llama Blindsight y, en teoría, funciona a través de una matriz de microelectrodos que se implanta en el cortex visual del cerebro. Esta matriz estimularía las neuronas mediante patrones que provienen de una cámara externa, lo que crearía fenómenos visuales en personas que quizás nunca han visto antes. En términos sencillos, es un intento de reproducir visión en quienes la han perdido o nunca la tuvieron.
Pero aquí viene el problema: hasta ahora, la tecnología de implantes de este tipo ha estado limitada por la baja densidad de electrodos. Esto significa que lo que una persona «vería» a través del dispositivo sería algo más cercano a pequeñas luces que parpadean, sin ningún patrón claro o imagen coherente. Aunque Neuralink ha avanzado al aumentar esta densidad, el dispositivo sigue enfrentándose a desafíos considerables.
Las promesas de Musk vs. la realidad
Si algo caracteriza a Elon Musk, es su capacidad para hacer grandes promesas. Comparó la visión que Blindsight proporcionaría con los gráficos de los antiguos juegos de Atari. Pero la realidad es más compleja. Para las personas que han perdido la vista recientemente, el proceso de adaptación a un dispositivo como este sería difícil y desorientador. Y para aquellos que nacieron ciegos, las cosas se complican aún más.
El cortex visual de estas personas no está entrenado para procesar estímulos visuales, por lo que incluso si el dispositivo pudiera enviar información, el cerebro no sabría cómo interpretarla. A pesar de la sorprendente plasticidad del cerebro humano, la idea de que Blindsight proporcionará una visión “normal” es una exageración, por decirlo suavemente.
¿Qué hay de positivo?
No todo es negativo en la historia de Neuralink. El desarrollo de un dispositivo como Blindsight es, sin duda, un paso adelante en el campo de la neurotecnología. Aunque todavía no estamos hablando de una cura para la ceguera, el hecho de que se haya mejorado la densidad de los electrodos y la eficiencia de la implantación del dispositivo es un avance significativo. De hecho, WWWhatsnew.com ha cubierto antes cómo estos desarrollos tecnológicos podrían transformar la medicina en los próximos años.
Además, es importante destacar que Neuralink parece haber encontrado formas de reducir los riesgos de rechazo o daños cerebrales en el proceso de implantación, lo que es un gran logro para cualquier dispositivo que interactúe directamente con el cerebro.
Un futuro prometedor, pero lejano
A pesar de las promesas, aún queda mucho camino por recorrer antes de que un dispositivo como Blindsight pueda realmente cambiar la vida de las personas ciegas. La comunidad científica necesita más acceso a los estudios y datos de Neuralink para poder analizar a fondo los méritos y desafíos de este enfoque. Por ahora, estamos en una etapa temprana en la que los avances son emocionantes, pero no deben confundirse con soluciones definitivas.
Por ahora, podemos esperar que la aprobación de la FDA permita que Neuralink continúe desarrollando y perfeccionando su tecnología. Pero hay que ser realistas: no veremos a personas ciegas «conectarse» y recuperar la visión de la noche a la mañana, a pesar de lo que Musk pueda sugerir.