Europa se encuentra en una encrucijada energética. A medida que la demanda global de energía limpia y sostenible crece, en el viejo continente buscamos soluciones innovadoras para asegurar su independencia y liderazgo energético. Una de estas soluciones podría ser la Energía Solar Basada en el Espacio (SBSP, por sus siglas en inglés), un concepto que promete revolucionar la forma en que recibimos energía solar y que ya os he comentado desde WWWhatsnew en algunas ocasiones.
Hoy leo sobre el tema en TNW, donde comentan que la SBSP implica recolectar energía solar mediante satélites en el espacio y transmitirla de manera inalámbrica a la Tierra. Este método ofrece un acceso ininterrumpido a la energía, libre de las limitaciones de la energía solar terrestre, como la dependencia de la luz diurna y la necesidad de grandes extensiones de tierra. Empresas europeas como Emrod y Space Solar ya están avanzando en la tecnología de transmisión inalámbrica, mientras que Swiss Astrostrom y Finnish ReOrbit trabajan en configuraciones de satélites innovadoras que podrían satisfacer las futuras necesidades de proyectos de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los estudios independientes realizados por Frazer-Nash y Roland Berger revelan que los costos de implementación de un sistema de SBSP son elevados, comparables a los de una central nuclear tradicional. Sin embargo, las proyecciones sugieren que, gracias a avances tecnológicos significativos, la SBSP podría alcanzar una competitividad de costos con las alternativas terrestres para el año 2050. Esto plantea una oportunidad económica a largo plazo que podría ser crucial para la transición energética de Europa.
Para que la SBSP sea viable, es fundamental que exista un marco regulatorio que facilite la investigación, desarrollo y despliegue de esta tecnología. La UE debe crear políticas de apoyo que incluyan incentivos fiscales y subvenciones que puedan atraer inversiones privadas y reducir las barreras tecnológicas iniciales. De momento parece que no hay mucha concentración en este tema, pero esperamos que eso cambie en breve.
Por otro lado, aunque la SBSP reduce la huella de carbono en comparación con las fuentes de energía fósiles, los lanzamientos de cohetes necesarios para establecer la infraestructura en el espacio presentan desafíos ambientales. La propuesta de lanzamientos desde la Luna podría mitigar estos impactos y reducir los costos, según estudios realizados en colaboración con Astrostrom.
La dependencia de la UE de capacidades de lanzamiento de terceros países es una debilidad que debe abordarse. El desarrollo de capacidades de lanzamiento propias, como el esperado Ariane 6, es vital para la autonomía estratégica de Europa. Además, con países como China y Japón liderando en el desarrollo de SBSP, es crucial que Europa no sólo participe sino que aspire a liderar en este campo emergente.
La comercialización de la SBSP presenta una oportunidad para que las empresas energéticas europeas lideren un nuevo mercado global. La inversión en SBSP no solo promete retornos financieros significativos, sino que también podría establecer a la UE como una potencia en la nueva frontera de la energía espacial.
¿Lo veré aún vivo? Lo dudo.