Una fecha se perfila con importancia crítica para las organizaciones que todavía navegan en las aguas de Windows 10: el 14 de octubre de 2025, marcando el fin del soporte oficial de este sistema operativo por parte de Microsoft. No obstante, una solución emerge para aquellos que necesiten más tiempo antes de dar el salto a Windows 11: el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU).
Vamos con los detalles, porque seguir con Windows 10 puede salir caro.
El programa ESU quiere que exista un periodo de transición decente hacia Windows 11, ofreciendo actualizaciones críticas de seguridad. Este servicio, previsto para iniciar en octubre de 2024, proporciona un puente temporal para las organizaciones, permitiéndoles asegurar sus dispositivos mientras planifican su migración. La seguridad cibernética no debe tomarse a la ligera, y estas actualizaciones son esenciales para proteger los datos y la infraestructura tecnológica de las empresas, aunque ya sabemos que migrar puede ser algo difícil para muchos (principalmente si se depende de un software que solo es compatible con con Windows 10).
61 dólares al año para seguir con Windows 10 de forma segura
En medio de la transición tecnológica, las organizaciones enfrentan una decisión económica significativa: invertir más de 60 dólares el primer año (luego la cosa sube) para mantener sus dispositivos con Windows 10 seguros post-soporte. Esta inversión se convierte en un aspecto crucial para empresas que, por diversas razones, eligen permanecer temporalmente en esta versión del sistema operativo, sea por compatibilidad de software o por fases de transición planificadas hacia Windows 11.
El inicio de este gasto se marca en octubre de 2024, un año antes de la fecha final de soporte, y abre la puerta a un camino escalonado de costos. El primer año establece una base de 61 dólares por dispositivo, reflejando un paralelismo con el costo inicial para las Actualizaciones de Seguridad Extendidas de Windows 7. El segundo año subirá a 122 y el tercero a 244.
Opciones de transición
Mirando hacia adelante, tres opciones se presentan para las organizaciones en este periodo de transición:
- Actualizar PCs elegibles a Windows 11, aprovechando herramientas como Windows Autopatch o Microsoft Intune para facilitar este proceso.
- Adquirir nuevos PCs con Windows 11, los cuales vienen con mejoras significativas en seguridad, accesibilidad y productividad.
- Migrar a la nube con Windows 365, ofreciendo a los usuarios acceso a Windows 11 desde cualquier dispositivo a través de un Cloud PC, con ESUs disponibles sin coste adicional.
Es importante recalcar que las ESUs no son una solución a largo plazo, sino un medio temporal para garantizar la seguridad mientras se completa la migración a Windows 11. Estas actualizaciones son exclusivamente de seguridad y no incluyen nuevas funciones ni soporte técnico extendido más allá de la activación e instalación de dichas actualizaciones.
Flexibilidad en la activación de ESUs
Para la activación de las ESUs, las empresas tienen tres opciones a su disposición:
- Método de activación tradicional 5-por-5, donde se aplica una clave de activación a los dispositivos seleccionados.
- Activación basada en la nube, con un descuento especial para aquellos que utilicen soluciones de gestión de actualizaciones basadas en la nube de Microsoft.
- Inclusión con la suscripción a Windows 365, donde los dispositivos que acceden a PCs en la nube de Windows 11 reciben automáticamente las actualizaciones de seguridad.
El precio de las ESUs para el primer año se establece en aproximadamente 45 dólares por usuario (hasta cinco dispositivos) para quienes opten por la gestión de actualizaciones basada en la nube, ofreciendo una manera coste-efectiva de mantener los dispositivos seguros.
Una vez más, comienza el infierno de las actualizaciones, en un mundo donde millones de personas aún usan Windows XP porque no han sido capaces de migrar los softwares que dependen de un sistema operativo específico.