En el corazón de Heidelberg, Alemania, se erige una estructura que desafía las convenciones arquitectónicas y plantea una nueva forma de concebir los edificios de infraestructura técnica en entornos urbanos.
Hablo de la Casa de las Olas (Wave House), un proyecto que recientemente se ha coronado como el edificio impreso en 3D más grande de Europa, un testimonio del ingenio humano que refleja un compromiso con la innovación y la sostenibilidad.
Antes de seguir con el tema, recordad que no es la primera vez que vemos casas impresas en 3D, he hablado mucho sobre el asunto:
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En fin, tenéis decenas de artículos sobre el asunto buscando aquí.
Está claro que la impresión 3D en la construcción es un campo que ha estado ganando terreno por su capacidad de ofrecer soluciones rápidas, eficientes y menos perjudiciales para el medio ambiente. La Casa de las Olas es un ejemplo perfecto de esto. Diseñada por SSV y Mense Korte y realizada por Peri 3D Construction para KrausGruppe, la estructura abarca 600 metros cuadrados y fue impresa en aproximadamente 140 horas. Lo que viene a continuación es un proceso de acabado llevado a cabo por manos humanas, que añade detalles finales como el tejado, puertas, iluminación y todo el cableado necesario para un centro de datos moderno conectado a internet.
Uno de los aspectos más llamativos de la Casa de las Olas es, sin duda, su diseño. Con una fachada que imita las ondulaciones del mar, este edificio no solo sobresale por su estética sino que también por su funcionalidad. La elección de este diseño no es casual; responde a la necesidad de integrar visualmente estructuras técnicas, como los centros de datos, de manera más armónica en las ciudades. Tradicionalmente, estos edificios tienden a ser poco atractivos debido a su diseño cerrado, motivado por razones de seguridad. Sin embargo, la impresión 3D ha ofrecido una libertad de diseño que ha permitido romper con esta monotonía.
El método de construcción utilizado en la Casa de las Olas se apoyó en una impresora 3D COBOD BOD2, capaz de extruir una mezcla similar al cemento en capas para formar las paredes exteriores del edificio. Esta técnica no solo acelera significativamente el proceso de construcción sino que también reduce la emisión de CO2 en comparación con los métodos tradicionales.
Este proyecto representa un paso importante hacia la automatización de la construcción, con COBOD apuntando a que, en el futuro, al menos el 50% de los procesos constructivos en los sitios de construcción sean automatizados. Esta visión de futuro es doblemente beneficiosa: por un lado, promete mejorar la eficiencia y reducir los costos; por otro, plantea serias reflexiones sobre el impacto en el empleo y las habilidades requeridas en el sector de la construcción.
Por desgracia aún no hemos conseguido que sea barato hacer casas con impresión 3D, pero estoy seguro que llegaremos a ese punto, tarde o temprano.
Tenéis fotos de este proyecto en kraus-heidelberg.de.