Si vives en una zona turística, tienes un local o apartamento con un bonito baño y quieres ganar un dinero extra, presta atención a este nuevo proyecto que está naciendo.
Se trata de Flush, una app que quiere cambiar la forma como interactuamos con los servicios sanitarios en espacios públicos y privados.
El concepto de Flush surge de la experiencia personal de Elle Szabo, una graduada en ciencias de la computación de la USC. Elle enfrentó dificultades para encontrar baños públicos accesibles mientras estaba bajo medicación diurética. Esta experiencia la llevó a pensar en las necesidades de muchas otras personas en situaciones similares.
Flush se presenta como un mercado doble: por un lado, permite a los propietarios de negocios, como cafés y restaurantes, ofrecer sus baños a los usuarios de la app por un precio máximo de 10 euros por cinco minutos. Por otro lado, los usuarios pueden buscar y reservar estos baños a través de una aplicación web. Aunque actualmente Flush no se lleva una comisión por las reservas, planean hacerlo en el futuro.
Un aspecto interesante de Flush es su sistema de valoraciones. Tanto los usuarios como los propietarios pueden valorar su experiencia, lo que ayuda a mantener un estándar de calidad y a evitar problemas de mantenimiento o daños.
Flush no solo ofrece una solución a un problema cotidiano, sino que también representa una fuente de ingresos adicional para los negocios sin necesidad de aumentar sus gastos generales. Es una manera de atraer nuevos clientes sin esfuerzos adicionales en marketing. De momento, en su página, no deja claro si es exclusivo para negocios o si los particulares también podrán participar.
Sin embargo, hay varios aspectos que me hacen reflexionar sobre esta propuesta. Primero, la aceptación cultural: pagar por usar un baño es algo a lo que muchas personas no están acostumbradas. Además, la logística de gestionar el acceso a los baños puede ser compleja, especialmente en lugares con mucha afluencia de público. Y no podemos ignorar el impacto social, en particular sobre las poblaciones sin hogar que dependen del acceso a baños públicos gratuitos.
Es importante mencionar que Flush no es la primera en intentar este modelo de negocio. Servicios como Good2Go y Restpace ya han explorado esta idea, aunque con enfoques y éxitos variados.
Flush inicia su andadura en Pittsburgh, y aunque actualmente es un proyecto individual de Szabo, planea expandirse y buscar inversores y socios comerciales.
Personalmente tengo mis dudas sobre este tipo de servicios. Pagar 10 euros por el uso de cinco minutos me parece un abuso, pero pagar 1 euro por acceder a un baño decente en una ciudad es algo a lo que estamos acostumbrados, por lo que si se democratiza el tema, es posible que si sea un Win-Win para todos.
Le seguiré la pista de cerca, aunque algo me dice que tardará en llegar a nuestras fronteras.