Recientemente me he encontrado con una innovación que, sin duda, captará la atención de cualquiera interesado en el vasto universo de los sueños y la conciencia. La startup Prophetic está trabajando en un proyecto que podría cambiar nuestra interacción con los sueños: un dispositivo portátil diseñado para inducir sueños lúcidos, esos momentos en que uno toma consciencia dentro de su propio sueño y puede llegar a controlar su entorno onírico.
Eric Wollberg y Wesley Louis Berry III, las mentes detrás de Prophetic, han unido su visión y experiencia para dar vida al Halo, una banda que se llevaría en la cabeza con el potencial de transportarnos a un estado de lucidez mientras soñamos. Este concepto no solo es fascinante, sino que evoca imágenes de ciencia ficción hechas realidad.
Los sueños lúcidos ofrecen una lista de beneficios que no se pueden pasar por alto (ya hablamos sobre el tema hace unos meses). Imagina por un momento poder explorar los confines de tu psique mientras duermes, enfrentarte a tus miedos o practicar una habilidad en un entorno que tu mente crea. Las aplicaciones terapéuticas como apoyo en el tratamiento del TEPT, la mejora del bienestar emocional y el fomento de la creatividad son solo la punta del iceberg en este campo emergente.
Para llevar a cabo esta ambiciosa iniciativa, Prophetic ha establecido una alianza con el Donders Institute, una entidad dedicada al estudio de la neurociencia y la cognición. Juntos, buscan construir el conjunto de datos más grande jamás visto sobre sueños lúcidos, empleando tecnología de EEG y fMRI.
El ultrasonido enfocado transcraneal (TUS) es la estrella de la tecnología detrás de Halo. Este método no invasivo permite interactuar con la actividad cerebral con una precisión que supera a métodos anteriores. La belleza de este enfoque radica en su delicadeza y en la posibilidad de alterar la experiencia del sueño sin intrusión física.
A medida que nos acercamos al 2025, año estimado para el lanzamiento del Halo, me embarga una curiosidad científica mezclada con un toque de asombro personal. ¿Podría realmente un dispositivo cambiar la forma en que soñamos? La respuesta aún no está clara, pero el potencial es enorme. La idea de manipular los sueños con seguridad y privacidad es un horizonte que estamos comenzando a vislumbrar.
Mientras reflexiono sobre este avance, no puedo evitar pensar en cómo esta tecnología podría enriquecer nuestras vidas. Los sueños lúcidos podrían ofrecernos una nueva perspectiva, un nuevo terreno para explorar nuestra conciencia y quizás, incluso, ayudarnos a comprender mejor quiénes somos.
Por desgracia, la parte pesimista que grita dentro de mí sigue pensando que aún estamos lejor de poder garantizar que algo así funcione.
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Imagen de la web de propheticai.co