Cuando pensamos en desierto seguramente vienen muchas cosas a la cabeza, pero agua no es una de ellas. La ausencia de agua y de vegetación es la principal protagonista de esas zonas, pero hay un invento que puede ayudar a cambiar este papel.
Se trata de un nuevo proyecto en el interior de Australia, una técnica que se probará para convertir la energía solar en hidrógeno capturando la humedad del aire y dividiéndola mediante hidrólisis, lo que permitirá que las zonas áridas y cálidas se conviertan en exportadores de energía.
Así es, no solo se podría capturar la humedad del aire, también se podría generar hidrógeno, una fuente de energía limpia cada vez más habitual.
Lo están probando en la ciudad de Tennant Creek, de solo 3000 habitantes, en medio del desierto rocoso. La nueva startup Aqua Aerem ha firmado un acuerdo de prueba con el gobierno para una prueba de 12 semanas de su sistema. La energía se capturará a través de un sistema fotovoltaico concentrador con seguimiento de doble eje, que según la compañía capturará energía el doble de eficiente que un panel de silicio normal.
El siguiente paso es convertir esa energía en hidrógeno transportable mediante electrólisis, que solo necesita electricidad y agua. Para hacerlo, Aqua Aerem usará un sistema de captura de agua atmosférica que succiona la humedad del aire y que requiere poco mantenimiento. En esta primera fase se concentrarán en el proceso de captura de agua.
La idea es tener un proyecto piloto de hidrógeno renovable que se usará en la central eléctrica de Tennant Creek de Territory Generation.
Para el proyecto es necesaria la instalación de un electrolizador de 15 megavatios que se estima produciría alrededor de 912 toneladas de hidrógeno verde por año, proporcionando aproximadamente la mitad de la energía que usa la comunidad de Tennant Creek.
La buena noticia es que la tecnología se puede escalar a instalaciones mucho más grandes para crear hidrógeno en volúmenes de exportación a granel para otros mercados.