Desde el anuncio de los cambios de política de privacidad de Whatsapp (que no cambian tanto), muchos usuarios han decidido salir de la plataforma de mensajería para irse a Telegram (aquí tenéis el vídeo con sus ventajas) o a Signal. Lógicamente Facebook intenta ahora arreglar el problema con algunas acciones, como retrasar la implantación de dichos cambios o dejar claro que no afectan a la Unión Europea, aunque hay otras cosas que podría hacer para evitar la fuga.
De momento Whatsapp ha realizado las siguientes acciones:
– Ha aplazado la fecha límite para aceptar los nuevos términos.
– Muestra actualizaciones de estado que abordan algunos rumores que siguen divulgándose. Especifican que no puede leer chats ni escuchar llamadas y que no comparte contactos con Facebook, entre otras cosas.
– En India, el mercado más grande de WhatsApp en términos de número de usuarios, publica anuncios de portada en los principales periódicos que decían «WhatsApp respeta y protege su privacidad».
– Repite en medios que los cambios «no afectan a la privacidad de sus mensajes con sus amigos y familiares de ninguna manera» y que solo se relaciona con las interacciones con las empresas.
Pero esto es lo que debería realizar para ser más efectivos:
– Redactar de nuevo la política de privacidad para que no «asuste» a los que no son abogados. Su vocabulario es complejo de entender, y no deja claras las intenciones de ninguna forma.
– Crear apartados como «Qué datos siempre serán privados», «Qué datos serán públicos y para quién» o «Cómo conseguiremos ganar dinero con Whatsapp». Explicando el modelo de negocio de Whatsapp ayudará a que los usuarios entiendan quién o qué es considerado un producto.
– Whatsapp no especifica claramente la cantidad de metadatos que recopila, que es sustancial en comparación con otros servicios de mensajería, ni el motivo por el cual lo hace. Debería dejar esto más claro.
Sobre Whatsapp business
Indica que comparte datos con las empresas cuando escribimos a una cuenta de empresa, pero se lava las manos si la empresa decide capturar nuestros datos y usarlos de alguna forma ilegal. Si establecemos un chat con una empresa que usa Whatsapp Business, y dicha empresa pone nuestro teléfono en una lista para que otros nos hagan spam vendiendo ofertas de fibra óptica, ¿quién tiene la culpa? ¿a quién podríamos denunciar? ¿a la empresa o a whatsapp por haber filtrado los datos?
Para solucionar este problema debería establecer una regla básica: si contactamos con una empresa, nuestro contacto (nombre y número de teléfono) debería estar oculto, y que sea una decisión del usuario el hacerlo visible, conociendo las consecuencias de ese acto.
El problema no es sencillo, pero recuperar la imagen de la empresa tampoco lo es, y mostrar un popup del tipo «estas son las nuevas políticas, o las aceptas o te borramos la cuenta el día 8» es un claro ejemplo de lo que no puede hacerse en una herramienta usada por miles de millones de personas (de hecho no debería hacerse nunca).