¿Extraer agua potable directamente del aire o de zonas en total sequia? Parece que ahora esta utopía se convertirá en realidad gracias al esfuerzo realizado por investigadores del MIT, en conjunto con investigadores de otras regiones, para mejorar el rendimiento del sistema involucrado en este proceso.
Tomando como referencia un modelo inicial desarrollado hace 3 años en el MIT por miembros del mismo equipo, este sistema podría ser catalogado como una práctica fuente de agua que podría ser usada en regiones remotas que presenten problemas para acceder a este vital liquido, así como a electricidad.
Para ello los investigadores llevaron a cabo algunas mejoras sobre aspectos del dispositivo anterior, el cual demandaba el uso de materiales especializados denominados MOF (metal organic frameworks) reemplazándolos con zeolita, un material absorbente, logrando así una mayor salida de agua del dispositivo, propiciado también por la incorporación de una segunda etapa de desorción y condensación.
Gracias a estas innovaciones los investigadores pudieron ser capaces de obtener un producto escalable, mejorando considerablemente su potencial y ampliando su espectro de uso.
En el caso de la zeolita, este material presenta una amplia disponibilidad, siendo, además estable y dotado de propiedades absorbentes que lo convierten en un elemento determinante para lograr un sistema de producción de agua sustentado en las ya conocidas variaciones de temperatura generadas entre el día y la noche junto con el calentamiento ejercido por la luz solar.
Cabe destacar que este nuevo sistema cuenta con capacidad para funcionar en entornos con niveles de humedad de hasta 20% sin necesitar de entrada de energía alguna, a excepción de luz solar o cualquier otra fuente emisora de calor de bajo grado.