Ya lo habían anunciado hace algunas semanas, pero solo ahora Apple y Google han presentado oficialmente un software que permitirá a las autoridades de salud pública de todo el mundo crear aplicaciones móviles que notifiquen a las personas cuándo pueden haber estado en contacto con alguien que ha sido diagnosticado con el coronavirus.
La llaman herramienta de «notificación de exposición» y utiliza el bluetooth de los teléfonos inteligentes. Será parte de una nueva actualización de software que las compañías están lanzando en estos momentos.
Instituciones gubernamentales de 22 países podrán usar el software para crear aplicaciones de rastreo de contactos que los ciudadanos pueden descargar a través de la App Store de Apple o la tienda Google Play. Las personas que hayan actualizado sus teléfonos con el último software podrán compartir su señal bluetooth, iniciando sesión cuando el sistema reconozca a otras personas que han descargado una aplicación que utiliza el software.
Ni Apple ni Google han proporcionado una lista de todas las agencias gubernamentales que lo usan.
El software ha sido criticado recientemente porque algunas autoridades de salud pública dicen que no proporciona los datos necesarios para el rastreo de contactos, ya que desearían utilizar los datos para ayudar a refrescar los recuerdos de las personas en el momento de las entrevistas que se están haciendo a los contagiados (cuando les preguntan con quién han estado en contacto recientemente).
Algunas agencias gubernamentales estaban trabajando en sus propias aplicaciones, incluso antes de que Google y Apple anunciaran que estaban trabajando en el software el 10 de abril, pero esas aplicaciones no funcionaron correctamente debido a las restricciones que las compañías imponen a los teléfonos inteligentes, algo que ahora se solucionará.
El software cuenta con algunas restricciones, limitando la forma en que las autoridades de salud pública podrían usar los datos, aunque no han dado detalles para que podamos analizar si se está violando la privacidad de las personas «en exceso». De momento sabemos que la app debe pedir autorización expresa al usuario para compartir datos, que las apps creadas deben de recolectar lo mínimo necesario, que no podrán acceder a la ubiación y que el uso de la API será limitado a uno por país.