Los superordenadores más rápidos del mundo

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Actualmente, los ordenadores cuánticos han estado recibiendo gran atención dentro de la comunidad científica debido a los avances alcanzados en la capacidad de estas máquinas para efectuar cálculos a gran velocidad.

Es así como operaciones que tomarían 10 mil años en ser realizadas por los superordenadores más rápidos del mundo han sido resueltas en 200 segundos con los ordenadores cuánticos, aunque la frase en realidad tiene más marketing que ciencia (no se pueden comparar algunas cosas).

Sin embargo, los superordenadores siguen siendo uno de los medios de calculo mas potentes y eficientes fabricados por el hombre. Tanto así que, en las últimas listas publicadas del Top 500 de superordenadores, aquellos que cuentan con Linux como sistema operativo, han estado ocupando las primeras posiciones, siendo estos, los 5 que ostentan el titulo de los superordenadores más veloces:

Sistema Summit del Laboratorio Nacional de Oak Ridge

Este superordenador desarrollado por IBM se encuentra en la cima de la lista de superordenadores más rápidos del mundo, ya que, cuenta con un HPL de 148.6 petaflops con un CPU Power9 y una GPU Nvidia Tesla V100.

Sistema Sierra del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore

Sistema Sierra

También desarrollada por IBM, este superordenador presenta casi todo el conjunto de características del Summit, a excepción de la velocidad, atributo en el cual alcanza unos 94,6 petaflops, quedando ampliamente rezagada respecto a esta.

Sunway TaihuLight

Con una velocidad de cálculo de 93,0 petaflops, este superordenador fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Ingeniería y Tecnología de Computación en Paralelo de China.

La Sunway TaihuLight se encuentra en funcionamiento en el Centro Nacional de Supercomputación de Wuxi donde lleva a cabo sus cálculos, gracias al uso de procesadores SW26010 desarrollados por Sunway.

Tianhe-2A (Milky Way 2A)

Tianhe-2A

Desarrollada por la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China (NUDT), este superordenador, instalado en el Centro Nacional de Supercomputación de China, cuenta con una velocidad máxima de 61,4 petaflops, suficientes para permitir a sus CPUs Intel Xeon, en conjunto con aceleradores Matrix 2000, efectuar cálculos en poco tiempo.

Frontera

Instalada en el Texas Advanced Computing Center de la universidad de Texas, este superordenador, compuesto por un sistema Dell C6420, presenta entre sus componentes procesadores Intel Xeon Platinum, alcanzando velocidades de computo de 23,5 petaflops.

A pesar de contar con velocidades de computo diferentes, una particularidad en común que presentan todos estos superordenadores es la de tener Linux como software operativo.

Existe otra lista de superordenadores denominada la Green500 en la que, a diferencia de la lista anterior, esta hace referencia a los superordenadores de mayor eficiencia energética.

El primer lugar de esta lista ha sido ocupado este año por el superordenador A64FX, cuya velocidad de computo alcanza los 16,9 gigaflops/vatio.

Siguiente en la lista se encuentra la NA-1, un superordenador Zettascaler equipado con procesadores PEZY-SC2 de PEZY Computing, los cuales, le permiten efectuar cómputos a una velocidad de 16,3 gigaflops/watt.

En tercer lugar, de lista Green500 se encuentra el sistema AiMOS, seguidos por los sistemas Power9/Nvidia V100 de IBM ocupando el 4to y 5to lugar.

Por otra parte, no cabe duda que China ha sido consistente en el desarrollo de superordenadores cada vez más veloces, cuyo desempeño las ha colocado en el Top 500 con un total de 227, cifra que representa casi la mitad de los superordenadores más rápidos del mundo.

Estados Unidos, a pesar de contar con un número inferior de superordenadores en la lista (118), sigue llevando la delantera en lo que respecta a tamaño y velocidad.

Es por ello que, en términos de rendimiento agregado, Estados Unidos se mantiene líder por el momento, con un margen de 38,7%, dejando a China en segunda posición con un 31,9%.

Sin embargo, esta brecha podría ir reduciéndose si el gigante asiático continúa mejorando las capacidades de sus superordenadores, haciéndolos más veloces y potentes.