La Inteligencia Artificial permite que las máquinas hagan verdaderas maravillas si tienen el entrenamiento adecuado. Hemos visto como podemos diagnosticar enfermedades, reconocer rostros o incluso generar voz humana, y estas habilidades pueden usarse tanto para el bien como para el mal.
Según un informe de The Wall Street Journal, el último gran crimen cometido usando la Inteligencia Artificial tiene precisamente como protagonista la generación de voz. Los criminales consiguieron imitar la voz del director ejecutivo de una compañía de energía para pedir una transferencia de 243.000 euros, y todo fue exactamente como lo planearon.
En la conversación telefónica la máquina consiguió convencer a la víctima de que la transferencia tenía que ser realizada con urgencia, y como la voz, generada con IA, era igual a la del director ejecutivo, no se dudó y se hizo la operación. La víctima en cuestión no sospechó porque la voz tenía incluso el ligero acento alemán de su jefe, todos los rasgos característicos de tono, velocidad y naturalidad, por lo que nunca podría imaginar que al otro lado había un ordenador entrenado.
Aunque no se han informado los nombres de los afectados, o de las empresas timadas, sí se sabe que es el primer caso conocido de timo usando este sistema, y se cree que podrían aumentar, ya que no hay ningún sistema de seguridad de ninguna empresa que sea capaz de bloquear una llamada así.
De momento no se ha recuperado el dinero ni se sabe quiénes han sido los criminales.
Moraleja: si recibimos una llamada de este tipo, es mejor comenzar a crear sistemas de contraseñas habladas para verificar que la otra persona es quien dice ser.