5G no será solo un aumento de velocidad en la conexión móvil de millones de personas, no será una simple evolución de lo que ya hace 4G y sí una nueva forma de entender la forma como nos conectamos a Internet, y eso es algo que quedó muy claro después del último MWC que se celebró en Barcelona.
Bases del 5G
Partamos del principio: 5G está basado en tres sólidos pilares representados por la velocidad de datos (ancho de banda), baja latencia y posibilidad de dar conexión a más dispositivos por metro cuadrado. Estos tres pilares pueden entenderse de forma independiente para evitar mezclar conceptos, aunque serán mezclados como un todo a la hora de entender cómo las operadoras nos ofrecerán los servicios dentro de muy poco tiempo.
– Aumento de velocidad: Es cierto que podremos conectarnos a Internet con velocidades 10 veces superiores en media a las actuales, y eso tiene consecuencias inmediatas a la hora de entender cómo se ofrecerá conexión en lugares remotos. Será mucho más sencillo implantar una conexión 5G que hacer obras para poner fibra óptica, e incluso en las grandes ciudades nos encontraremos con muchas ocasiones en las que no tendrá sentido decantarse por una red cableada cuando podemos tener 5G en cualquier punto de la oficina.
– Latencia baja: Ese es un concepto que la mayoría de los usuarios no tiene en cuenta hoy en día, ya que el retraso de la comunicación se asume como algo natural. Cuando hacemos videoconferencias y notamos cierto retraso entre lo que recibimos y lo que ha ocurrido en el otro punto, cuando hacemos streaming de contenido multimedia y percibimos un lag que hace difícil la transmisión de ciertos eventos deportivos, cuando usamos realidad virtual y la experiencia no es ideal porque el retraso entre acción y efecto no es cero… son muchas las situaciones en las que una latencia de prácticamente cero podría ayudar a obtener experiencias sorprendentes, y esas situaciones están apareciendo cada vez más en nuestro día a día.
– Más dispositivos conectados en menos espacio: Si en un campo de fútbol ya es difícil dar conexión a Internet a 100.000 móviles al mismo tiempo en poco espacio, imaginemos la complejidad de dar conexión a Internet también a los relojes de esas personas, y a sus zapatillas, y a sus pulseras, y a sus pendientes… Internet de las cosas ha dejado claro que que es algo más que una tendencia, es una evolución natural, y 4G no puede permitirse ese lujo. Es necesario que llegue 5G para poder impulsar el sector y hacerlo viable en los grandes recintos.
Con este vídeo podéis profundizar más:
Cómo nos afectará en el día a día
Perfecto, ya entendemos los tres pilares pero… ¿cómo lo notaremos en el día a día? ¿Todos tendremos todas las ventajas con un plan 5G de nuestra operadora?
Hablamos con Fernando Corredor (marketing & corporate affairs en Nokia España) sobre el tema, y la respuesta es no. Las operadoras tendrán que crear planos flexibles en función del tipo de necesidad, y esa es otra de la magia que ofrece el 5G: podremos virtualizar redes y configurarlas en función de lo que cada uno necesita.
Una operadora podrá ofrecernos un plan donde la alta velocidad sea la prioridad, mientra que la latencia no lo sea. O al revés, una opción donde paguemos por menos latencia y continuemos con las velocidades del 4G. Pero no será solo una combinación de 3 factores, ya que podremos pagar en función del momento en el que necesitemos esas ventajas.
Imaginemos que en una empresa necesitamos realizar una sincronización de datos con una oficina del otro lado del mundo, una operación que se hará en un fin de semana. Necesitaremos el doble de velocidad y la mitad de latencia solo para dos días, y podremos pedirlo así a la operadora, de forma que nuestro plan será personalizado a nuestras necesidades.
Si somos grandes consumidores de vídeo en 4K, preferiremos velocidad, y contrataremos un plan que priorice velocidad, si somos gamers seguramente pagaremos más para pedir algo menos de latencia, si somos administradores de eventos pediremos un plan que permita conexión de miles de dispositivos en poco espacio… todo a la carta.
El hecho de que la operadora sea capaz de realizar cambios en tiempo real para que afecte solo a nuestra red particular es algo que no puede hacerse con 4G, pero 5G sí permitirá esa flexibilidad, ya que la red a la que nos conectaremos será nuestra, no la compartiremos con nadie, y tendrá, de esa forma, unas variables únicas para lo que necesitemos en todo momento.
Dos aplicaciones prácticas
Estamos a las puertas del mundo de los coches autónomos, un sector que necesitará siempre latencia mínima para que la conexión entre automóviles sea perfecta y en tiempo real (no podemos darnos el lujo de atrasar la comunicación en medio segundo, ya que eso puede representar la diferencia entre un choque y un cruce armonioso), y para que eso ocurra hay que garantizar que la red a la que se conectan tenga garantizada su SLA en todo momento, no puede depender de si en fin de año todos mandamos whatsapp para celebrar el día o si hay un partido de fútbol y la gente lo está transmitiendo al mismo tiempo en Twitter. Cada red tendrá sus prioridades, será independiente, y se pagará por ello.
Otro sector que notará un gran cambio cuando la red 5G se implante de forma natural será el de la salud. Podrán transmitirse datos a alta velocidad entre centros hospitalarios, será posible usar recursos de realidad virtual y aumentada para realizar operaciones, podremos garantizar que la tecnología no será un problema a la hora de consultar información y procesarla en tiempo real, algo imprescindible cuando lo que tenemos entre manos son vidas humanas.
Todo esto será posible con 5G como base, pero será necesario trabajar con soluciones más prácticas de Machine Learning, y más concretamente de Deep Learning, para que los datos, los verdaderos héroes de esta historia, hagan la magia que todos esperamos a corto plazo.