Apple ha divulgado que esperan una pérdida de 9 mil millones de dólares en ingresos debido a la poca demanda del nuevo iPhone, y ya saben a quien culpar: al hecho de que cada vez más personas reemplazan sus baterías en lugar de comprar un nuevo dispositivo.
En la carta enviada por el CEO Tim Cook a los inversores indican que ofrecieron reducir la tarifa de reemplazo de la batería de 79 a 29 dólares para disculparse por los problemas existentes con algunos modelos más antiguos. Esta reducción de tarifa hizo que miles de personas decidieran realizar el cambio, obteniendo así un teléfono prácticamente nuevo por menos de 30 dólares.
Ahora que las baterías del iPhone son más baratas y fáciles de reemplazar, menos personas están buscando nuevos iPhones, es más difícil justificar un pago de más de 1000 euros, y hay más opciones para ampliar la vida del dispositivo anterior. Este año ha sido el año en el que los usuarios del iPhone han descubierto nuevas formas de reducir los problemas de calidad de vida de los iPhones antiguos, y eso se refleja en las ventas de los últimos modelos.
La carta no indica números, de hecho ya no indicarán cuántas unidades de iPhones, iPads y Macs han vendido, por lo que no sabremos cómo está la empresa en términos de demanda. Indican, eso sí, que esperan ingresos de aproximadamente 84 mil millones, y culpan también a la situación en China:
[…] la mayor parte de nuestro déficit de ingresos y más del 100 por ciento de nuestra disminución de ingresos año tras año en todo el mundo, se produjo en la Gran China a través de iPhone, Mac y iPad. La economía de China comenzó a desacelerarse en la segunda mitad de 2018. El crecimiento del PIB registrado durante el trimestre de septiembre fue el segundo más bajo en los últimos 25 años. Creemos que el entorno económico en China se ha visto aún más afectado por el aumento de las tensiones comerciales con los Estados Unidos.
Por supuesto, también hay que tener en cuenta que otras marcas, como Xiaomi o Huawei, están en el mercado ofreciendo mucha calidad a precios mucho más reducidos, lo que, lógicamente, afecta a los números tanto de Apple como de Samsung y demás grandes fabricantes del sector.