A estas alturas sabemos de sobra que Google está trabajando en un nuevo sistema operativo llamado Fuchsia, un sistema operativo pensado para funcionar en diferentes tipos de dispositivos, no sólo en móviles y tabletas, y que cuenta a Zircon como su kernel en lugar de Linux, como sí están basados tanto Android como Chrome OS, salvando así las limitaciones existentes en el kernel de Linux.
Ahora Bloomberg nos ofrece más información en base a fuentes cercanas que, como siempre, permanecen en el anonimato. La citada publicación señala que Fuchsia aspira a funcionar también en dispositivos domésticos conectados, esperando estar presente inicialmente en los altavoces inteligentes en un plazo de unos tres años para que más adelante pueda dar el salto a dispositivos más grandes, como puedan ser los ordenadores portátiles.
Según una fuente, se espera que Fuchsia pueda reemplazar a Android en unos cinco años, aunque por el momento no hay una hoja de ruta establecida, ni Fuchsia se encuentra aún preparado, aunque sí se están dando algunas disputas internas, dando que en Fuchsia se quieren implementar características de seguridad y privacidad más estrictas que podrían romper con el actual modelo de negocio de Google basado en la publicidad, aunque por el momento prevalece la parte del equipo que defiende el actual modelo de publicidad.
La citada publicación también señala de que podría estar desarrollándose una aplicación de YouTube para Fuchsia. Por el momento, Google no lo tiene fácil para establecer el reemplazo, dada la adopción mundial de Android en los teléfonos inteligentes, sobre todo, por los principales fabricantes que confían en él, y de Chrome OS, con una gran adopción en los portátiles de las instituciones educativas norteamericanas.
Actualmente, en Fuchsia trabajan un equipo de 100 personas, entre los cuales está Nick Kralevich, ingeniero de seguridad, que en enero pasó de trabajar para Android a Fuchsia, según su perfil de LinkedIn.
Google quiere que Fuchsia sea un digno rival a iOS de Apple, donde también pueda competir en términos de rendimiento, seguridad y privacidad, y de paso alejarse de tecnologías obsoletas y de terceros que tantos quebraderos de cabeza le están dando, y adoptar tecnologías más actuales y de desarrollo propio, dotándola de la flexibilidad que buscan en el sistema operativo para funcionar en cualquier tipo de dispositivo conectado, aunque esto podría llegar a causar ciertos problemas de compatibilidad en algunos tipos de dispositivos.