Sundar Pichai, CEO de Google, acaba de emitir un extenso comunicado donde hace una dura defensa del modelo de negocio de su sistema operativo móvil Android, como respuesta ante la multa que acaba de recibir la compañía por parte de la Comisión Europea, la multa más alta hasta la fecha que la citada comisión impone a una compañía tecnológica, por lo que consideran abuso de posición dominante.
Precisamente, lo que no gusta a la Comisión Europea es que los teléfonos Android cuenten de serie con aplicaciones propias de Google pre-instaladas, como su buscador, su navegador web, entre entre otras aplicaciones, bajo la idea de que es Google la que impone la obligatoriedad, algo que desmiente en dicho comunicado señalado lo siguiente:
Ningún fabricante de teléfonos está obligado a suscribirse a estas reglas; pueden usar o modificar Android de la forma que quieran, tal como lo hizo Amazon con sus tabletas y dispositivos de TV Fire
Esta frase viene en clara alusión a unas reglas simples «que garantizan la compatibilidad técnica, sin importar el tamaño o forma del dispositivo».
Ante esta situación, Google recurrirá la multa de más de 4.300 millones de euros. Sobre la libertad de los usuarios a la hora de elegir las aplicaciones a usar, además de señalar que de media, los usuarios instalan cincuenta aplicaciones en sus dispositivos, también apunta a que:
Si prefieres otras aplicaciones ”“ o navegadores o motores de búsqueda ”“ en lugar de las precargadas, puedes desactivarlas o eliminarlas fácilmente y elegir otras, incluyendo aplicaciones de algunos de los 1,6 millones de europeos que se ganan la vida desarrollando aplicaciones.
Y trae más datos:
El año pasado, más de 94 mil millones de aplicaciones fueron descargadas de manera global desde nuestra tienda de aplicaciones Play; navegadores como Opera Mini y Firefox han sido descargados más de 100 millones de veces, y UC Browser más de 500 millones de veces.
Ante la decisión de la Comisión Europea de multar a Google por abuso de posición dominante de Android, Google considera que la comisión ignora que los teléfonos Android compiten con los teléfonos iOS, y que gracias a Android, los usuarios tienen una gran variedad donde elegir según diversos factores, existiendo más de 24.000 modelos diferentes en todo rango de precios de más de 1.300 marcas, incluyendo a fabricantes de muchos puntos del mundo, incluyendo la española BQ.
Google señala que ha invertido miles de millones de dólares a lo largo de la última década para llegar al punto en el que se encuentra Android en estos momentos, a lo que podemos sumar los avances que vendrán próximamente con el lanzamiento de Android P a lo largo de este verano, pese a que lo ofrecen de forma gratuita a los fabricantes de teléfonos y operadores de redes móviles desde el año 2007.
En cierto modo esta decisión pudiera recordar a la postura que la Comisión Europea ha mantenido en el pasado con Microsoft por una causa parecida pero dentro del segmento de los equipos de escritorio.
No hay que olvidar que habitualmente, los sistemas operativos suelen llevar una serie de aplicaciones pre-cargadas, ya sean para equipos de escritorio como para dispositivos móviles. En el caso de los dispositivos móviles lo que se busca es que los usuarios comiencen a usarlos nada más comiencen a sacarlo de la caja después de su compra.
Ya sólo queda ver como se desenvuelven los acontecimientos.