Realizando tests a partir del ADN de las personas es posible obtener mucha información de diversos tipos, desde datos relacionados con nuestros ancestros a temas más enfocados en la salud.
23andMe es una empresa muy conocida en este sector, y ahora ha conseguido la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. para que se pueda vender la prueba del cáncer directamente a los clientes. El objetivo es detectar mutaciones en el ADN asociadas con un mayor riesgo de varios cánceres.
Hace algunos años, en 2013, la FDA ordenó a 23andMe que dejara de comercializar una prueba de salud para 250 enfermedades, incluyendo cánceres relacionados con BRCA, y comentó que los resultados podrían confundir a los clientes y posiblemente conducir a exámenes u operaciones innecesarias. Ahora han cambiado las reglas del juego, y podrán comercializar una prueba más limitada, la primera prueba genética directa al consumidor para riesgos de salud.
La prueba, que estará disponible a través del servicio de salud y ascendencia de 23andMe por 199 dólares, según indican en MIT, informa tres variantes genéticas de los genes BRCA1 y BRCA2 que son más comunes en personas de ascendencia judía. Las mutaciones en estos genes aumentan el riesgo de una persona de cáncer de mama, ovario y próstata, los tres tipos de cáncer que se analizan de momento.
Hay más de 1.000 mutaciones conocidas encontradas en los genes BRCA, y la prueba de 23andMe todavía no mira las más comunes en la población general, y deja claro que un resultado negativo de la prueba no descarta otras mutaciones de BRCA o un mayor riesgo de cáncer.