Cuando pensamos en cómo eran los ordenadores de la década de los 90, o los coches de hace 30 años, o los juegos, las consolas o las conexiones a Internet del siglo pasado (con el modem cantando su piiiipop, piiiiiiipoooooop, trunk, trunk, trunk), es inevitable mostrar alguna sonrisa.
Hagamos ahora un ejercicio de imaginación basándonos en cómo está evolucionando la tecnología en los últimos años, y para ello veamos una lista de 10 cosas que tenemos hoy y de las que nos reiremos dentro de unos 20 años. En esta lista somos extremadamente optimistas, estamos imaginando un mundo que ha crecido de forma sana, y que consigue solucionar los problemas realmente importantes, los que están relacionados con la humanidad, no con la electrónica:
– Teníamos que cargar los móviles cada día: Seguramente dentro de 20 años no existirán los móviles de la misma forma que los conocemos hoy, pero será interesante contar que «había una vez» en la que teníamos que cargar la batería de nuestros gadgets cada noche. El mundo de las baterías crece despacio, pero seguramente en 20 años ya tendremos una solución mucho más eficaz que la actual.
– Los coches consumían gasolina y contaminaban el medio ambiente: Los coches eléctricos y los coches autónomos ya son una realidad, y seguramente en 20 años la pesadilla de la contaminación producida por los coches actuales será solo un mal recuerdo, así como el tiempo perdido en el tráfico, algo que la autonomía de los vehículos solucionará en ese tiempo.
– Las gafas de Realidad Virtual eran carísimas, y había solo un puñado de aplicaciones compatibles: La Realidad Virtual, la mixta y la aumentada será tan común dentro de 20 años como lo es la TV hoy en día. La tecnología será mucho más barata, las aplicaciones más sofisticadas y los precios mucho más asequibles.
– Todos teníamos un móvil en el bolsillo, y lo podían robar fácilmente: Tener un móvil que puede ser robado y hackeado, dejando nuestra información al descubierto, seguramente no será posible dentro de 20 años. Las aplicaciones móviles pueden ser experiencias de Realidad Aumentada en gafas o lentes de contacto, las llamadas se harán desde wearables (pulseras, anillos, pendientes…) y los sistemas de seguridad serán más sofisticados para que cada dispositivo solo funcione con su respectivo dueño.
– Los cables invadían las casas: cables que conectan la TV con los reproductores, los ordenadores con el monitor, los cargadores con los móviles… los cables desaparecerán en el futuro, donde todo será, seguramente, inalámbrico. Lo más difícil será la transmisión de energía, aunque no estamos tan lejos de conseguirlo (20 años es mucho tiempo).
– Los robots eran extremadamente tontos: La inteligencia artificial y los avances en robótica permitirán tener robots de todo tipo en el futuro, desde los que ofrecen compañía a los que realizan trabajos pesados. Cuando contemos a nuestros hijos o nietos cómo eran los robots de 2017, y mostremos algunos vídeos, seguramente reirán un buen rato.
– La conexión a Internet se perdía, y a veces no permitía ni hacer una videoconferencia: Usar Skype con una conexión 3G en medio de la calle suele ser bastante frustrante. Dentro de 20 años hasta el 5G será algo del pasado, por lo que seguramente todo el mundo tendrá conexión a Internet de altísima velocidad en cualquier rincón del planeta.
– Las películas y la música se vendía en discos: Si ya hemos empezado a ver cómo los discos (CDs, DVDs…) desaparecen del mercado, imaginad dentro de 20 años. Un DVD será una reliquia, y el Netflix 5.0 se reirá de ellos.
– Usábamos tarjetas de plástico para pagar cosas: El uso de tarjetas de crédito para pagar, tanto dentro como fuera de Internet, será inviable en un mundo completamente conectado. Seguramente será posible pagar con la huella digital, con la voz o con el ojo, con sistemas mucho más seguros, que no dependan de un número que puede ser robado en cualquier gasolinera.
– Hacía falta teclear para enviar información a los ordenadores: Los sistemas de reconocimiento de voz son cada vez más avanzados, por lo que el uso del teclado dejará de ser necesario dentro de poco tiempo. Seguramente dentro de 20 años todo podrá ser redactado y corregido con la voz, o con conexiones directas a nuestro cerebro (ya se están haciendo pruebas en este sentido).
Esperemos que, efectivamente, la tecnología evolucione así, para ayudar a la humanidad a tener más tiempo libre, tiempo que usará para mejorar la relación existente entre los individuos.