Perros, tortugas, tucanes, águilas.. cada vez son más los animales que pueden volver a disfrutar de su vida gracias a la impresión 3D, tecnología que es capaz de crear prótesis personalizadas para cada animal específico, con tamaños que se adapten al resto de su cuerpo y materiales que garanticen su buen funcionamiento.
Os dejamos aquí con una lista de algunos de los casos que más han llamado la atención durante los últimos años, empezando con la tortuga que consiguió su nuevo caparazón hace pocos días:
El brasileño Fred perdió su caparazón en un incendio, y fue rescatado 45 días después por un grupo de voluntarios que, coincidentemente, tenían un diseñador de objetos 3D. El resultado lo podéis ver en el vídeo.
Podéis leer la historia completa en animalia-noticias.com, sitio web de noticias obligatorio para los amantes de los animales.
El águila que perdió el pico
La noticia se publicó en varios medios en 2012. La organización Birds of Prey Northwest rescató a un águila calva que había perdido el pico, y el ingeniero Nate Calvin ayudó a crear una prótesis usando impresoras 3D, pico creado con polímeros de nailon.
El pico del Tucán y el del Guacamayo
También en Brasil consiguieron restaurar el pico de un Tucán y de un guacamayo, usando titanio para que consigan volver a romper las frutas, aunque en ambos casos será difícil que vuelvan a la naturaleza.
Tortuga con mandíbula de titanio
En 2015 vimos también como una tortuga fue rescatada y salvada después de una operación en la que se le implantó una mandíbula de titanio.
La pata del pato
Buttercup es el pato que ganó una pata nueva en 2013. Él tenía la pata izquierda al revés, lo que impedía andar y nadar correctamente. Le quitaron la para y crearon una nueva usando impresión 3D, una tarea fantástica realizada por la empresa NovaCopy.
Patas nuevas para un gato y un perro
Los mamíferos también pueden disfrutar de la tecnología de impresión 3D. De nuevo fue titanio lo que usaron para crear patas traseras para el gato Vincent, que nació sin ellas. La empresa Biomedtrix fue la responsable por el trabajo, que necesitará revisarse a medida que el gato crezca.
El año pasado vimos un caso semejante, pero en esa ocasión se trataba de un perro:
Como veis, la impresión 3D puede usarse para mucho más que para crear juguetes. Su uso en la medicina y veterinaria es cada vez más común, y esta pequeña lista lo demuestra.