Un nuevo problema enfrentando al mundo de la fotografía con las redes sociales.
En este caso es Instagram quien no ha conseguido moverse con la velocidad deseada. Después de recibir varios avisos de infracción de derechos de algunas cuentas de Instagram dedicadas a publicar fotos sin la licencia adecuada, tendrá que responder a un proceso y seguramente acabará pagando una enorme multa.
Los detalles los publican en torrentfreak, donde indican cómo la fotógrafa solicitó a Instagram la retirada de su fotografía, imagen que había sido publicada sin autorización en otra cuenta. Después de haberlo solicitado repetidas veces, sin que Instagram hiciera nada al respecto, la fotógrafa en cuestión decidió recurrir a los tribunales.
Hay dos puntos que hay que destacar en este caso:
– Existe la costumbre en Instagram de publicar fotos de otras personas sin el permiso adecuado. Muchas veces los usuarios que realizan este tipo de acción se esconden en el «solo estoy haciendo repost«, pero siguen sin pedir permiso a la cuenta original o al fotógrafo responsable por el trabajo.
– Instagram no consigue atender a las solicitaciones recibidas por los usuarios. No hablamos únicamente de las peticiones de retirada de contenido, hablamos también de las cuentas robadas, de las que usan marcas registradas, de los clones… son muchos los usuarios que reclaman constantemente de descaso, de estar en «tierra sin ley», donde Instagram ofrece formularios para recibir peticiones, pero no parece haber nadie al otro lado.
Siendo así, parece que la solución siempre está en meter abogados en el medio, en un entorno en el que no sería necesario, ya que recordemos que Instagram pertenece a Facebook, por lo que no faltan recursos para tratar este tema con más cuidado.