Y también la semana pasada vimos aparecer a Uploader for Instagram, una aplicación que permitía subir fotos a Instagram desde Mac, tarea imposible desde otro servicio que no involucrara algo de gestión a través de un móvil. La app tenía un precio de 5 dólares y lo que hacía era aplicar ingeniería inversa a la API privada de Instagram para poder forzar la carga de las imágenes.
Pues bien, ante un par de avisos vía email por parte de Instagram haciendo referencia a ciertas violaciones en sus términos de uso, el creador de la app ha debido darle de baja de iTunes para evitar problemas legales, particularmente, porque a sus 17 años y ad portas de entrar a la Universidad, no podía darse el lujo de entrar a litigar.
6.000 dólares fueron sus ganancias, en parte, producidas por la inversión de uno que otro usuario que hizo caso omiso a las advertencias que otros señalaban en la sección de comentarios de la página de la app dentro de iTunes. Por supuesto, prescindiendo de si se ha tratado de una estafa o no, lo cierto es que se muestra como un intento más por llamar la atención de Instagram y su poco entendible afán por mantener su API cerrada para que no pueda darse vía libre a la gestión desde dispositivos de escritorio.
Volviendo al tema de la app y su baja, hasta los especialistas de la Electronic Frontier Foundation han comentado que no es más que un vergonzoso hecho por parte de Instagram el querer frenar la innovación citando violaciones a su API pues el creador de Uploader for Instagram estaba actuando dentro de la ley y sus métodos escapaban de las limitaciones brindadas en los términos del servicio.
En fin, la historia completa la presentan en ArsTechnica donde se han comunicado con el chico que creó la app. Por cierto, este último ya había tenido que eliminar otra aplicación de iTunes -que igualmente le dejó «algunos miles»-: Una guía del videojuego Temple Run.