Con el objetivo de evitar futuros problemas de seguridad en Internet, se ha constituido el proyecto Core Infrastructure Initiative, formado por la Linux Foundation y dedicado a la inversión en la infraestructura de software crítico que lo necesite. El papel de la Linux Foundation, según indica el director ejecutivo Jim Zemlin, es la de ser «un lugar donde guardar el dinero», cuyo destino lo decidirá los miembros que lo conforman, que en la actualidad son un total de doce empresas, entre las que se encuentran gigantes como Google, Facebook y Microsoft, así como compañías de hardware como Intel y Fujitsu, y compañías de servicios en la nube como Amazon Web Services.
Cada uno de ellos se han comprometido a donar al menos 100.000 dólares al año durante los próximos tres años, habiendo acumulado ya unos 3,6 millones de dólares en fondos para ser repartidos según avance el proyecto. El primero de la lista para recibir apoyo es OpenSSL, que recientemente puso en jaque a toda Internet porque muchos de los servicios depende de sus librerías, cuyas algunas versiones han sido afectadas por la vulnerabilidad bautizada como Heartbleed, aunque no es el único elemento, ya que también el ModSSL, el PGP, o el OpenCryptolab también podrían recibir el apoyo de la iniciativa. Tampoco se descarta que más adelante se establezcan nuevas prioridades, dependiendo en todo caso en que todas las partes interesadas se pongan de acuerdo dentro de las reuniones regulares.
Con ello, se espera que dentro de unos años se pueda mirar hacia atrás y ver los nuevos problemas de seguridad que se han evitado gracias a esta iniciativa. Heartbleed ha marcado un antes y un después en el ámbito de la seguridad, donde las posturas de las compañías a partir de ahora serán la de ser más vigilantes con las herramientas que usan para ofrecer sus servicios.