Nuevas fronteras en el tratamiento del cáncer de útero: una mirada al presente y futuro

Publicado el

tratamiento cancer utero

El cáncer de útero, que incluye tanto el cáncer de endometrio como el cáncer de cuello uterino, es una de las enfermedades ginecológicas más comunes a nivel mundial. Si bien las cifras de mortalidad han disminuido gracias a la detección temprana y la vacunación contra el VPH, los diagnósticos en mujeres jóvenes han aumentado ligeramente. Afortunadamente, los avances recientes en cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y medicina personalizada están cambiando el panorama de tratamiento y ofreciendo nuevas esperanzas.

Cirugías menos invasivas, más precisas

Uno de los cambios más notables ha sido la transición hacia técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, como la laparoscopía y la cirugía robótica. Estos procedimientos permiten una recuperación más rápida, menor dolor y menos complicaciones. Un avance clave es la cartografía de ganglios centinela guiada por fluorescencia, donde se inyecta un colorante especial para detectar ganglios linfáticos posiblemente afectados por células tumorales. Esto ha reemplazado la extracción masiva de ganglios, reduciendo riesgos como el linfedema.

Este mismo principio se aplica al cáncer de cuello uterino en estadios tempranos, donde se está estudiando si la biopsia de ganglio centinela podría convertirse en tratamiento estándar. Además, técnicas como la ultraestadificación, que examina los tejidos de forma más exhaustiva, han mejorado significativamente la detección de micrometástasis.

Radioterapia más inteligente y adaptativa

En el pasado, la radioterapia implicaba sesiones largas y efectos secundarios notorios. Hoy, gracias a la braquiterapia de alta dosis en menos sesiones y a la radioterapia guiada por imagen (IGRT), se consigue mayor precisión y comodidad. Por ejemplo, el ensayo SAVE demostró que una versión de braquiterapia en solo dos sesiones era igual de efectiva que múltiples aplicaciones con dosis más bajas.

Las nuevas tecnologías permiten delimitar mejor el área del tumor, protegiendo órganos sanos como la vejiga o el recto. Además, la braquiterapia adaptativa tridimensional (3D-IGABT) guiada por tomografía o resonancia mejora la eficacia y reduce la toxicidad. La tendencia es clara: tratamientos más personalizados, precisos y menos agresivos.

Combinación de fuerzas: quimioterapia e inmunoterapia

La quimioterapia sigue siendo clave, especialmente en estadios avanzados. En el cáncer de cuello uterino, se combina frecuentemente con radioterapia (quimiorradiación), mientras que en el cáncer de endometrio, la combinación con inmunoterapia ha sido revolucionaria.

En 2024, la FDA aprobó combinaciones como durvalumab más quimioterapia y pembrolizumab con paclitaxel y carboplatino, con resultados prometedores incluso en pacientes con tumores sin alteraciones genéticas específicas. Estas combinaciones están aumentando la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global, marcando un antes y un después en el tratamiento.

Terapias dirigidas y medicina personalizada

Las terapias dirigidas son como llaves que abren cerraduras específicas en las células tumorales. En el cáncer de endometrio HER2-positivo, la adición de trastuzumab ha mejorado notablemente las tasas de supervivencia. Otros tratamientos, como la combinación de pembrolizumab y lenvatinib, han mostrado una tasa de respuesta del 50% en pacientes con carcinoma seroso recurrente.

Los conjugados anticuerpo-fármaco (ADC) como el tisotumab vedotin y el sacituzumab govitecan están revolucionando la forma en que se administra quimioterapia: entregan el fármaco directamente a la célula cancerosa, reduciendo el daño al tejido sano.

La medicina personalizada está tomando protagonismo, con tratamientos adaptados al perfil molecular de cada paciente. Se están identificando biomarcadores clave como dMMR, MSI-H, TMB-H, y mutaciones en POLE para determinar quiénes responderán mejor a ciertas terapias. Esto permite optimizar la eficacia y reducir efectos innecesarios.

Vacunas y prevención

Las vacunas contra el VPH han sido una herramienta crucial en la prevención del cáncer de cuello uterino. Más recientemente, se investigan vacunas terapéuticas que buscan generar una respuesta inmune contra las células ya infectadas o transformadas. Algunas, como la que apunta a la proteína E7, han mostrado que los tumores se reducen o se estabilizan.

Ensayos clínicos: el motor de la innovación

Actualmente, se están realizando docenas de ensayos clínicos para evaluar nuevos medicamentos, combinaciones y estrategias. Algunos exploran agentes como selinexor, abemaciclib, o combinaciones de inhibidores de PARP con inmunoterapia. Instituciones como Dana-Farber y MD Anderson están a la vanguardia de estas investigaciones.

Hacia el futuro: tratamiento más humano y efectivo

El futuro del tratamiento del cáncer de útero es personalizado, multidisciplinario y más empático. Se apunta a tratamientos menos invasivos, más dirigidos y con una mejor calidad de vida para las pacientes. La integración de inteligencia artificial y big data también promete optimizar el diagnóstico y la planificación de tratamientos.

Cada avance suma una pieza más al complejo rompecabezas que es el cáncer de útero, acercándonos a un futuro donde esta enfermedad pueda ser tratada con mayor eficacia, menos sufrimiento y más esperanza.