TikTok, la app que ha redefinido la forma en que consumimos contenido en vídeo, se encuentra en una encrucijada histórica. Mientras se acerca el plazo final para que ByteDance venda sus operaciones en Estados Unidos o enfrente un cierre total, una propuesta en particular está llamando la atención por ir mucho más allá de una simple transacción comercial: Project Liberty quiere descentralizar TikTok y cambiar las reglas del juego en las redes sociales.
Desde WWWhatsnew.com creemos que esta propuesta, conocida como The People’s Bid, merece ser analizada a fondo. No solo busca mantener viva la app más popular del momento, sino reinventarla desde su núcleo para que sea más justa, segura y participativa. Pero, ¿qué significa realmente descentralizar TikTok? Vamos por partes.
¿Qué es una red social descentralizada?
Para entender esta iniciativa, primero hay que imaginarse una red social sin dueño único. Como el correo electrónico: no importa si usas Gmail, Outlook o cualquier otro proveedor, puedes enviar mensajes a quien quieras. Esa es la idea detrás de una red descentralizada, también llamada “fediverso”: una estructura abierta donde los usuarios tienen mayor control sobre sus datos y conexiones sociales.
Project Liberty propone aplicar esta filosofía a TikTok. En lugar de que los datos, el contenido y las decisiones estén controlados por una única empresa (como ByteDance), todo estaría gestionado por una comunidad diversa y, en teoría, más transparente.
En 2021, esta organización ya lanzó el DSNP (Decentralized Social Networking Protocol), un protocolo de código abierto que permite a los usuarios llevar su red de contactos de una plataforma a otra. Esto, por ejemplo, permitiría que la comunidad que construiste en TikTok también estuviera disponible en otras redes, sin tener que empezar de cero.
¿Por qué no crear una red nueva desde cero?
En palabras de Tomicah Tillemann, presidente de Project Liberty, levantar una red social desde cero hoy en día es como intentar abrir un nuevo supermercado en un barrio donde ya existen cadenas enormes y consolidadas. “Los efectos de red son poderosos, todos benefician a los grandes”, dijo. Por eso, comprar una red existente y transformarla desde dentro puede ser más eficaz.
Y tiene sentido. TikTok ya tiene 170 millones de usuarios solo en Estados Unidos. Es una comunidad vibrante, activa y con una enorme influencia cultural. Cambiar la forma en que esta comunidad funciona puede tener un impacto inmediato y profundo en todo el ecosistema digital.
Privacidad real, no solo promesas
Uno de los puntos más atractivos de esta propuesta es el enfoque en la privacidad de datos. Desde WWWhatsnew hemos señalado muchas veces cómo las redes sociales han convertido nuestros datos personales en su principal fuente de ingresos, muchas veces sin nuestro conocimiento ni consentimiento claro.
Project Liberty quiere que los usuarios puedan decidir de forma sencilla qué información comparten, con quién y para qué se usa. Y todo esto no como una función opcional escondida en un menú, sino como una característica estructural del sistema, algo tan fundamental como lo es el protocolo HTTP en Internet.
A través de una herramienta llamada Frequency, los usuarios podrían mover su información personal de una plataforma a otra con libertad, manteniendo el control todo el tiempo. En nuestra opinión, este enfoque representa un paso valiente hacia una Internet más justa y centrada en las personas.
Más intención, menos adicción
Otro aspecto clave es cómo se gestionan los contenidos. Actualmente, la mayoría de redes sociales están diseñadas para captar nuestra atención el mayor tiempo posible, lo que suele dar prioridad al contenido más escandaloso o adictivo.
Project Liberty propone pasar de una «economía de la atención» a una «economía de la intención». Es decir, que seamos los usuarios quienes decidamos de forma activa qué tipo de contenido queremos ver, en lugar de dejarnos arrastrar por un algoritmo opaco que decide por nosotros.
Imagina que pudieras configurar tu feed como si estuvieras armando una playlist de música: seleccionas temas, estilos, fuentes… incluso podrías elegir el algoritmo que organiza tu contenido. De hecho, la idea es que en el futuro contemos con una IA personal que nos ayude a crear un algoritmo a medida, como si fuera un asistente que entiende perfectamente tus intereses.
¿Y la moderación de contenido?
Un desafío importante en este nuevo enfoque es cómo gestionar la desinformación y el contenido dañino. En modelos centralizados, una empresa toma decisiones de arriba hacia abajo. Pero en un entorno descentralizado, eso ya no es viable ni deseable.
Para esto, Project Liberty está trabajando con iniciativas como ROOST, un protocolo abierto que ofrece herramientas para que las comunidades puedan moderar contenido de forma colaborativa y transparente. No se trata de eliminar la moderación, sino de democratizarla.
Desde WWWhatsnew creemos que esta es una dirección prometedora, aunque aún quedan muchos retos por resolver, sobre todo en contextos donde las decisiones deben tomarse rápidamente, como en crisis o elecciones.
Mejor trato para los creadores
Uno de los sectores más afectados por la falta de transparencia de las redes sociales es el de los creadores de contenido. Muchos de ellos no saben por qué un vídeo se hace viral o por qué su alcance se reduce de repente. Tampoco tienen claro cómo se distribuyen los ingresos generados.
Project Liberty quiere que esto cambie. Su objetivo es que los creadores no solo participen en la plataforma, sino que también tengan una parte justa de sus beneficios y puedan involucrarse en su evolución. En reuniones con influencers de TikTok, muchos expresaron su frustración por no entender cómo funciona el sistema ni cómo optimizar sus publicaciones.
Por eso, el plan incluye nuevas formas de participación económica, incluso explorando modelos que podrían otorgar una especie de “propiedad compartida” sobre la plataforma, aunque esto requiere superar ciertos obstáculos legales.
¿Y si no se concreta la compra?
Aunque el plazo para comprar TikTok está a punto de vencer, y todavía no se sabe si ByteDance aceptará la oferta de Project Liberty, Tillemann asegura que su misión va más allá de esta operación puntual. “Vamos a llegar a esa visión descentralizada con o sin TikTok”, afirmó.
De hecho, ya están en conversaciones con otras plataformas que podrían adoptar estos principios. Pero también reconocen que TikTok es una oportunidad única, por su tamaño, su relevancia cultural y su potencial para influir en el resto del ecosistema digital.
Una apuesta que podría marcar un antes y un después
Desde WWWhatsnew vemos en esta propuesta algo más que un simple cambio de dueño. Es un intento de reinventar cómo funcionan las redes sociales, poniendo a las personas en el centro y dejando atrás un modelo que prioriza las ganancias a costa del bienestar digital de millones.
Aún hay muchas incógnitas por resolver: cómo se hará la transición sin afectar la experiencia del usuario, qué pasará con el algoritmo actual de TikTok, cómo se gestionarán los contenidos entre comunidades diversas… Pero el simple hecho de plantear un enfoque tan distinto ya es valioso.
Si Project Liberty logra convertir su visión en realidad, podríamos estar ante una nueva generación de plataformas más humanas, más responsables y más alineadas con lo que los usuarios realmente quieren.