Un equipo de científicos, utilizando ondas sísmicas generadas por terremotos como si fueran una especie de «ultrasonido», ha hecho un sorprendente descubrimiento sobre el núcleo de la Tierra. Han identificado una región en forma de donut alrededor del ecuador de nuestro planeta, a unos pocos cientos de kilómetros de espesor, donde las ondas sísmicas viajan un 2% más lento que en el resto del núcleo. Los resultados de este hallazgo han sido publicados en Science Advances.
¿Qué encontraron exactamente los científicos?
El descubrimiento revela una región grande, con forma de donut, en el núcleo externo de la Tierra, justo alrededor del ecuador, donde las ondas sísmicas se mueven más lentamente. Esta área parece contener más elementos ligeros, como el silicio y el oxígeno, que podrían ser cruciales para los movimientos de metal líquido que generan el campo magnético de la Tierra.
¿Cómo hicieron este descubrimiento?
La mayoría de los estudios de ondas sísmicas generadas por terremotos se centran en las primeras ondas fuertes que viajan rápidamente alrededor del mundo. Sin embargo, los científicos Hrvoje Tkalčić y Xiaolong Ma decidieron analizar una parte posterior más tenue de estas ondas, conocida como «coda», que aparece horas después del terremoto.
Utilizando una técnica llamada «campo de ondas de correlación de coda», detectaron señales diminutas de ondas que rebotaban en el interior de la Tierra. Estas señales les permitieron entender mejor el tiempo que estas ondas tardaban en viajar a través del planeta. Comparando los datos de diferentes lugares, descubrieron que las ondas viajaban más rápido cerca de los polos y más lentamente cerca del ecuador, lo que apuntaba a la existencia de esta región en forma de donut.
¿Por qué es importante este descubrimiento?
La existencia de esta región de elementos más ligeros podría tener un gran impacto en nuestra comprensión del «geodínamo», el proceso que crea y mantiene el campo magnético de la Tierra. Este campo magnético protege nuestro planeta de los vientos solares dañinos y la radiación, permitiendo que la vida sea posible en la superficie. Comprender mejor la composición del núcleo externo de la Tierra, incluyendo esta nueva región de elementos ligeros, podría ayudarnos a entender cómo cambia el campo magnético con el tiempo, algo crucial para la habitabilidad de la Tierra y otros planetas.
¿Qué significa para el futuro?
Este hallazgo proporciona una nueva perspectiva sobre la estructura interna de la Tierra y cómo se generan y mantienen los campos magnéticos planetarios. Podría ayudarnos a predecir mejor los cambios en el campo magnético de la Tierra y mejorar nuestra comprensión de la habitabilidad de otros planetas.